El Periódico Extremadura volvió a escribir ayer una página para la historia de la prensa española y lo hizo en letras de bronce, las que conforman el texto de una placa que recuerda en la fachada del Palacio de la Generala de Cáceres el 95 aniversario de la fundación del diario decano de la región. Un acto sencillo, cargado de emotividad, que se celebró a las puertas del imponente edificio situado en el corazón de la ciudad monumental donde se editó, el 1 de abril de 1923, el primer número de lo que en sus orígenes fue un Diario de la Acción Católica Diocesana fundado por el obispo de Coria y cardenal primado de España, monseñor Pedro Segura Sáenz, y que tuvo como primer director al conocido abogado del Estado cacereño Tomás Murillo Iglesias.

Desde su creación este periódico fue, sin duda alguna, no solo la voz de Cáceres, también de Extremadura porque nació con una clara vocación regional, la misma que en la actualidad conserva. Era entonces éste un periódico de 4 páginas con un precio de suscripción de 2 pesetas al mes, situado a los pies del Foro de los Balbos de la plaza Mayor cuando la plaza era el hervidero comercial más importante de la capital. El Foro era una de las grandes reliquias de aquella bellísima plaza Mayor que un día tuvo Cáceres, con su bandeja cargada de romanticismo, sus grandes palmeras que pareciera rozaran el cielo y sus baldosas portuguesas donde las niñas jugaban al corro y los muchachos jugaban a los bolindres y a la billorda y dibujaban cada tarde con un tizón la silueta del Guerrero del Antifaz, mientras en las escaleras que suben a Santa María pasaban las mujeres cargadas con sus cántaros en dirección a las fuentes del Camino Llano y la Concepción.

En ese entorno creció el Extremadura, un diario que a lo largo de estos 95 años ha madurado sin perder su esencia. Ayer volvió a demostrarlo en la que fuera su primera sede social; lo recordó su actual director, Antonio Cid de Rivera, que defendió el papel de medios de comunicación como El Periódico que, frente a la proliferación de falsas noticias en las redes sociales, ofrecen confianza y veracidad a unos lectores que encuentran entre sus páginas opiniones contrastadas, periodismo ciudadano, democrático, libre y que no se manipula ni vence a intereses espurios.

Cid de Rivera alabó el esfuerzo de los trabajadores que a lo largo de estos 95 años han vencido a los problemas en etapas difíciles y han sabido adaptarse a los nuevos tiempos para llegar a buen puerto y depositarnos, dijo, a la otra orilla, «la del centenario».

El director destacó el valor de esta efemérides y de una placa que supone un homenaje también a nuestros suscriptores, anunciantes, a tanta gente que siente este diario parte de su vida y a cuantos lo han hecho posible porque, al fin y al cabo, «este periódico -concluyó- es de la gente que nos lee».

IDENTIDAD EXTREMEÑA / El Extremadura estuvo en la Generala hasta 1973. Lo apuntó Segundo Píriz, rector de la Universidad, institución propietaria del edificio, que albergó luego la Facultad de Derecho y que ahora acoge los servicios administrativos de la institución educativa. Definió Píriz a este periódico como instrumento que «vertebra la identidad extremeña», tiene conciencia de región y cuyos empleados son «un ejemplo a seguir» por su «tesón, ilusión y constancia» con las que han conseguido «salvar las dificultades» y convertirse en un medio «imprescindible para construir esta región», basado «en la verdad» y garante de nuestro futuro como país.

En la misma línea se expresó el obispo, Francisco Cerro, como máximo representante de una diócesis que impulsó el nacimiento de esta empresa editorial. Ensalzó monseñor el valor del Extremadura para ofrecer noticias contrastadas, «mostrar la realidad y la tradición cultural». Y culminó con una oración que coincidiendo con la festividad de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, el Papa Francisco dirigió especialmente a los profesionales del periodismo para que trabajen en su afán de encontrar y transmitir la verdad. Huir del ruido, la confusión, la ambigüedad, la exclusión, el sensacionalismo, la agresividad... y practicar la escucha, la claridad, el respeto o el planteamiento de interrogantes verdaderos.

95 años después el Extremadura es un canal de comunicación que fortalece nuestra democracia y alza la voz para la libertad. Lo dijo la portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña, que se refirió a los 35 años del nacimiento de la autonomía y a la defensa de lo local y de los pequeños municipios que realiza El Periódico, así como a la relación «tan normalizada y de respeto mutuo» que se ha creado entre las instituciones y los medios informativos «para hacer crecer Extremadura».

Lo cierto es que este periódico lleva toda la vida con nosotros, como enfatizó la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, que realzó «la magnitud» del acto de ayer, al que se sumaron representantes de la Asamblea de Extremadura, del ayuntamiento, así como trabajadores del periódico, su gerente, Jesús Contreras, y el director comercial, Antonio Mayorgas. La alcaldesa subrayó que la colocación de la placa reconoce las nueve décadas que el Extremadura lleva formando parte de la historia como fedatario de la actualida, que «se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías» y que sigue siendo un referente para Cáceres.

Y es cierto que el Extremadura ha acompañado siempre a los cacereños. Basta recordar a Leoncia Gómez, la mujer que entre los años 1966 y 1975, vendió el periódico por las calles deseando que se publicara una de esas noticias sensacionales que aumentaran la tirada y, con ella, su liquidación, y cuya estatua recreando su figura luce en la plaza de San Juan. El Extremadura daba debida cuenta de los nuevos negocios que florecían en la capital: los Futbolines de Peluca, el Astoria y el Coliseum o la cafetería Lux. Pero ese Extremadura fue creciendo, convirtiéndose en un periódico regional: testigo de la Transición, de la Democracia y de nuestro Estatuto de Autonomía. Se abrió el Extremadura a Extremadura: a su universidad, a sus primeras autovías, a sus centros de investigación... Desde el 1 de abril de 1923 este periódico se ha entregado a la región gracias al equipo de profesionales que han pasado por esta empresa editorial, integrada a partir de 1988 en Grupo Zeta, uno de los más importantes hóldings editoriales de nuestro país.

El Extremadura es hoy el decano de la prensa regional, el único que celebra un hito histórico: convertirse en el primer rotativo de la comunidad que cumple 95 años. Varias sedes nos acompañan: de la Generala, a la Madrila, pasando por Camino Llano hasta llegar a nuestro domicilio social actual en Doctor Marañón. Y en todas ellas cabalgando hacia otra gesta, la de cumplir, en tan solo cinco años, nuestro 100 aniversario: nada menos que un siglo como obreros de la palabra.