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l Periódico Extremadura celebra 95 años de historia al servicio de la información. Por eso quiero comenzar estas líneas felicitando a todos los trabajadores y colaboradores que han hecho posible este aniversario a lo largo de su historia.

Este año la Asamblea de Extremadura conmemora además el 35 aniversario de su constitución. El 21 de mayo de 1983, en la Casa de la Cultura de Mérida, comenzaba la andadura de la Cámara regional bajo la presidencia de Antonio Vázquez López, quien puso en marcha una Cámara legislativa que debía cumplir con la «obligación histórica de dar respuesta a las deficiencias y necesidades de la región». Sus palabras, así como los hechos más relevantes de ese día, aparecen reflejadas en el número 18.533 de El Periódico Extremadura.

La llegada de la autonomía a la región, y la capacidad para tomar decisiones vitales para nuestro futuro, supuso un punto de inflexión para la vida de la ciudadanía extremeña. Hacía falta, entonces, poner en marcha nuestras instituciones, pero también generar un sentimiento de unidad, solidaridad y pertenencia entre dos provincias que se sentían ajenas y que hoy son parte del mismo proyecto regional.

En ese crucial momento, medios de comunicación como El Periódico Extremadura trabajaron para trasladarnos los principales acontecimientos e interpretarlos, elemento principal de la responsabilidad periodística que fue realmente importante para la construcción de lo público de nuestra Comunidad Autónoma. Y lo hicieron además informando a través de su propia forma de entender la actualidad local, regional, nacional e internacional. En ese sentido, es innegable la incidencia de los medios de comunicación en la esfera de lo público.

Una sociedad democrática, firme y estable, basada en los valores universales y los derechos humanos, requiere de medios de comunicación para conocer, mejorar o contrastar nuestras ideas y actuaciones como individuos y como sociedad. No es posible, en definitiva, una opinión pública formada y responsable sin la existencia de medios de comunicación plurales e independientes y, sin ambos, no puede darse una democracia estable y garante de derechos.

Quiero aprovechar, por tanto,

estas líneas para animar a los medios de comunicación de la región a que continúen implicándose en la lucha que estamos llevando a cabo desde las administraciones, los agentes sociales, las instituciones y la sociedad en su conjunto, a favor de la igualdad entre hombres y mujeres y contra la violencia machista. El patriarcado, la brecha salarial, la explotación y los asesinatos de mujeres deben ser parados desde y gracias al trabajo y acierto de todas y de todos, y los medios de comunicación son, en este sentido, fundamentales para formar e informar sobre igualdad y derechos humanos.

He de reconocer que el día 8 de marzo me sentí más orgullosa que nunca de ser extremeña. Ese día las calles de las ciudades y de los pueblos de la región se tiñeron de igualdad gracias a miles de mujeres y hombres que se sumaron a esta causa tan justa como necesaria. Lo es porque las mujeres seguimos sufriendo la desigualdad salarial, la desigualdad en el reparto de las tareas domésticas y educacionales, la desigualdad en el acceso laboral o la desigualdad para llegar a dirigir una empresa. Y aprovechando este espacio me gustaría poner en valor la portada de El Periódico Extremadura del pasado 9 de marzo, haciendo historia con vuestro titular «Marea feminista».

Actualmente contamos con una herramienta que puede resultar muy eficaz para luchar contra la lacra del machismo, siempre y cuando la dotemos de los recursos necesarios: el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

Un pacto de Estado que pone negro sobre blanco el compromiso político de todas las instituciones, organizaciones políticas, sindicatos, patronal y otros representantes de la sociedad civil para acabar de una vez por todas con la violencia de género, con este atentado a nuestra dignidad como mujeres que acaba con nuestras vidas.

En todos nosotros está cambiar el patriarcado en el que hemos basado gran parte de nuestro comportamiento social. En nosotros está el no reírse ante chistes que denigren a la mujer. En nosotros está denunciar cuando escuchemos gritos, llantos o golpes provenientes de la casa de nuestro vecino. En nosotras, y en vosotros, está la oportunidad de construir una sociedad más justa, más igualitaria. En nosotras está el deber de coger las riendas para acabar con los silencios. En vosotros está el acompañarnos para acabar con esta lacra. Porque sin igualdad no habrá crecimiento humano posible, no habrá una economía justa, no tendremos un planeta en paz, no habrá democracia. k