E

l periódico Extremadura nació

y mantiene desde sus inicios una clara vocación regional, pero es indudable que los extremeños buscan en él sobre todo las noticias de su ciudad. Eso es lo que ha ofrecido a los emeritenses este periódico en todo este tiempo, historias de nuestra gente, de nuestras barriadas, de nuestras asociaciones y colectivos, y el resto de España y del mundo -desde la era internet- ha podido conocer mejor las tradiciones de ésta ciudad como son el Carnaval, la Semana Santa, o la patrona, sin olvidar el buque insignia de la cultura de la región que es el Festival de Teatro Clásico. El Periódico ha sido testigo privilegiado de casi cien años de nuestra historia y lo va a seguir siendo de la mano de su actual director Antonio Cid de Rivera, al que deseo toda suerte de éxitos.

Por ello, felicito a quienes hacen posible

que cada día vea la luz un nuevo periódico para contar esas historias locales, regionales, nacionales e internacionales, pero sobre todo las grandes y pequeñas historias de los extremeños y de nuestros pueblos. Unas noticias que, en el caso de nuestra ciudad, han dado a conocer el vertiginoso crecimiento de la capital autonómica, desde su declaración como capital de la región o como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, y que encara hoy un futuro con un gran optimismo. Como ciudad moderna, tolerante, abierta y diversa que es, Mérida aspira a un futuro de bienestar y progreso en una ciudad más justa y solidaria que liga su futuro a sus tres señas de identidad de mayor valor: el turismo, la cultura y el patrimonio. Con ellos queremos realizar una decidida apuesta por su futuro.

Y esa tolerancia y libertad debe seguir

siendo también seña de identidad de un medio

de comunicación cuya rigurosa apuesta profesional lo han convertido en una fuente de información necesaria para la sociedad extremeña.

Necesitamos medios de comunicación que sean testigos fieles de la historia, de los éxitos de nuestras gentes, defensores de la justicia y críticos. Ese es el compromiso de los periodistas con la sociedad y con nuestra tierra.

Y ese es el compromiso adquirido por

El Periódico Extremadura y que hoy, 95 años

después, debe seguir manteniendo.

Dicho esto, hemos de reconocer

también que, en la actualidad, la confianza

y la valoración de la sociedad española en los periodistas y en su trabajo no hace justicia a su labor. Es probable que la crisis económica del país coincidente con este tiempo haya posibilitado esa percepción negativa.

Hoy asistimos a un nuevo modelo profesional, ni mejor ni peor, aunque sí distinto, gestado incluso por los propios periodistas, quienes se han lanzado de forma individual y con diferentes fórmulas de financiación a la creación de nuevos medios, fundamentalmente digitales.

A pesar del paro, crece el número de periodistas que se dedican a la comunicación, y que trabajan por cuenta ajena.

Ese descrédito llegó también a la política, y así los ciudadanos, en un determinado momento, se inclinaron por aquello que podía parecer, o suponer novedoso. Y nada más lejos de la realidad, porque lo novedoso, lo que puede parecer incluso ilusionante, tanto en política como en comunicación, al final se convierte en un espejismo que dura bien poco.

De ahí la gran importancia

y el valor que para mí tienen los grandes grupos de comunicación que a lo largo del tiempo han mantenido sus empresas contra viento y marea, con sus lógicos períodos de bonanza o de crisis,

y con ellas su línea editorial, unas veces de

nuestro agrado, otras no, pero siempre manteniendo su libertad y conservando el equilibrio y la independencia informativa

por encima de todo.

En esta era de internet

los medios de comunicación deben servir para articular la opinión pública en una sociedad democrática. Hoy, como siempre, las empresas

de comunicación y los periodistas que trabajan

en ellas son más necesarios que nunca para asegurar la democracia y mantener una sociedad crítica.

Los partidos políticos y los

medios de comunicación nos necesitamos.

Somos un pilar básico de la democracia. Y son medios de comunicación como El periódico Extremadura y el grupo editorial al que pertenecen, los que saben mantenerse en el tiempo, con una línea editorial que está por encima del partido que gobierna en un determinado momento, y que es lo que les permite continuar a la vanguardia del periodismo en nuestra región.

Por ello, por seguir en la brecha en estos tiempos de incertidumbre, por haber mantenido su trayectoria a lo largo de todos estos años de vida y ser un ejemplo de lo que debe ser un periódico identificado con su tierra, con Extremadura y con los extremeños, quiero felicitar a la gran familia de El periódico Extremadura, que con tan buena salud ha llegado a sus 95 años de existencia. Seguro que tenemos por delante otros tantos años de buenas noticias. k