En comparación con el año anterior, las cifras de tapas y litros de vinos consumidos se han duplicado, según manifestó ayer la concejala de Comercio, Josefina Barragán. Los quince restaurantes participantes en la carpa de la ruta de la tapa vendieron más de 60.000 tapas. Algunos se quedaron sin comida que vender y el público impidió que se respetarán los horarios previstos de cierre, llegando a cerrar a las tres de la madrugada en la noche del sábado para dar cabida al "numeroso público congregado en el ferial".

En cuanto a los datos del túnel del vino, donde se pudo adquirir por 1,50 euros el catavino y consumir los caldos de la ciudad, se vendieron más de 10.000 catavinos, frente a los 5.000 del año pasado. Esto permitió que se descorcharan 4.488 botellas de vino, se consumiera 3.366 litros y se vendieran 304 botellas de vino en la tienda. Además, junto a los catavinos se ofrecía una ración de aceitunas, de Aceitunera Curado (Manuel Curado ha sido el presidente del comité organizador del Salón del Vino y la Aceituna), repartiéndose 254 kilos. Para el equipo de gobierno son datos "muy importantes que hay que analizar y madurar".

Por otro lado, han sido veinte los bancos que han desaparecido de la carpa gastronómica. "Aunque algunos han sido localizado en algún chalet particular de la localidad", comentó la portavoz del equipo de gobierno, Victoria Pérez.