Si es usted de Almendralejo y ha pasado durante estos días por la calle Colombia, atravesando la fachada de tribuna del Francisco de la Hera, se habrá sorprendido al ver a tres chavalas sentadas en una de las puertas, ataviadas con mochilas, sacos de dormir y mucha ropa. Desde lejos puedes pensar en mil suposiciones. Desde cerca, un enorme cartel con la figura de su ídolo, lo explica todo. Son oficialmente conocidas como alboranistas . Tres fervientes fans del cantante malagueño que han decido hacer cola a las puertas del campo de fútbol donde mañana hay concierto. Desde las 19.30 de la tarde del martes están allí, para estar en la primera fila. 75 horas esperando a Pablo Alborán.

Marina Benegas, natural de Badajoz y de 16 años; Esther Casado, de Madrid y 17 años; y Estela Corbacho, también de Badajoz y 17 años, serán las tres mejores incondicionales de Alborán en Almendralejo. "Le seguimos a todas partes desde hace cinco años. Nos hemos conocido por un grupo de alboranistas que tenemos para los conciertos a través de whatsapp", reconoce una de ellas. Marina y Estela ya se conocían de Badajoz. Esther, de Madrid, ya es nueva amiga. Esperar por Alborán no es nuevo para ellas. Marina llegó a estar "casi un mes" esperando un concierto del malagueño en otra cola. "Y para el de Sevilla (18 de septiembre) me iré el día 7", avisa. Tres días de acampada donde no hay tiempo para el aburrimiento. No falta la radio, los discos de Alborán, juegos y, por supuesto, el móvil y las redes sociales. Almendralejo tampoco les permite aburrirse: "Nos han acogido súper bien. Un grupo de chicos jóvenes se enteró de que estábamos aquí y, durante la primera noche, nos acompañaron hasta las cinco de la mañana". ¿Y, qué dicen en casa? "Nada, están acostumbrados. De hecho, la comida nos la traen mis tíos que viven aquí en Almendralejo", señala Esther.

Acceder a Pablo Alborán no es sencillo, pero es el gran reto. Un favorito en twitter o Instagram puede equipararse a una medalla olímpica. Por eso, no cesan en hacer méritos. Estela tiene tatuadas las iniciales del cantante en su muñeca izquierda, algo que le ha servido para interactuar con él en redes sociales. Esther ha tenido más suerte y ha podido hablar en persona en algunos foros de Madrid. Cuando el viernes se abran las puertas del estadio, serán las primeras en correr hacia la primera fila del escenario. "Queremos verle mejor y sentir un contacto especial con él. Nos mira y parecemos tener un contacto más cercano". Marina explica la necesidad de estar en esa primera fila y anhela la opción de que les toque uno de los encuentros que sortean con el cantante. Quizá lo merezcan después de comprar la entrada el mismo día que salió a la venta. Hace ya nueve meses.

De Alborán no solo se quedan sus canciones. "Es su forma de ser con el público- siempre cercano. Aunque sea famoso, mantiene la humildad desde el primer día. Y eso nos encanta", dice Esther.

Marina, Esther y Estela se darán un respiro esta noche. "Será la única en la que nos darán un relevo, pero a primera hora del viernes estaremos aquí. Es nuestro día". Y es que no hay tregua en la guerra por ser las mejores alboranistas .