La travesía de la Nacional 630, futura calle Sevilla, empieza a mejorar su imagen desde que esta semana comenzase la construcción de las aceras, las medianas y el carril bici, que ha hecho que la calle comience a adquirir el aspecto que se quiere que luzca una vez acabe la urbanización. Por el tramo urbano de la carretera circulan ya poco coches desde que se abrió la autovía.

La empresa Senpa, que se encarga de ejecutar los trabajos, ha empezado a levantar el acerado antiguo por el tramo comprendido entre el hotel Vetonia y el cementerio municipal. También se han instalado los adoquines que separan la calzada, la mediana, el carril bici y el nuevo acerado. Además, pero solo a modo de prueba, han colocado algunas baldosas para ver cómo quedan y cuál será el efecto que produzcan en la vía, ya que su color será diferente al que se ha instalado en las calles que han sido reformadas en la ciudad durante los últimos años. El carril bici irá de color rojo y la acera tendrán baldosas grises que irán rodeadas de otras de color salmón.

Además de este tramo, los trabajadores de Senpa también están trabajando en el resto de la carretera colocando la red de saneamiento. Prácticamente esta parte de la obra está casi finalizada, habiéndose cambiado ya todas las redes de abastecimiento, saneamiento, electricidad, de gas y de teléfono.

DEMARCACION DE ROTONDAS Otro de los trabajos que se han realizado desde que comenzó la obra --en diciembre del año pasado-- es la demarcación de algunas de las ocho rotondas que tendrá la carretera a lo largo de su extensión. Así, se han delimitado los carriles de las glorietas que van al lado del Vetonia, en el cementerio municipal y en el cruce con la avenida de A Rúa.

Además, las empresas han visto como sus establecimientos se vuelven más pequeños con las expropiaciones, efectando la mayoría a los cerramientos y en algunos casos a gran parte de los patios de accesos, como le ha ocurrido a la aceitunera Parsa, situado frente al cementerio.

CAMBIO DE IMAGEN Una de las partes más trabajosa de esta obra está casi finalizada, al haberse cambiado todas las redes que van por el interior de la vía. Los trabajos que quedan por ejecutar son los que harán que la carretera cambie su imagen y fisonomía, una vez que acaben de construir el nuevo acerado, las medianas y el carril bici y empiecen a levantar las rotondas.

Está previsto que la urbanización finalice en el verano del año que viene, como estaba previsto, ya que se van cumpliendo los plazos de ejecución. La urbanización afecta a cinco kilómetros y medio de la travesía para lo cual hay un presupuesto de casi nueve millones de euros.