El alcalde ha anunciado que ya se ha llegado a un acuerdo con todos los propietarios de las viviendas del edificio integrado en el Área de Rehabilitación Urbana (ARU) conocido como Federico Mayo, un bloque que deberá ser demolido para la construcción de un nuevo inmueble. Lobato indica que «la parte más difícil, que era la parte humana de poner de acuerdo a los propietarios, ya está conseguida. Ahora sólo queda ejecutar las obras». Según Lobato, la última comunicación de la empresa pública Urvipexsa que gestiona el asunto aseguraba que antes del verano comenzarían las obras. El pasado diciembre se anunció un acuerdo para incorporar ocho nuevas viviendas sociales al citado ARU por valor de 470.000 euros.

En octubre, la Junta de Extremadura pidió al gobierno central una ampliación del plazo acordado para esta regeneración urbanística, después de que las negociaciones con los propietarios de las viviendas se hubieran dilatado más de lo esperado. El edificio está compuesto de 54 viviendas y la mayoría de los propietarios han optado por venderlas una vez aceptadas las tasaciones. Otras familias han sido realojadas temporalmente hasta la edificación del nuevo bloque.