Agricultores y aceituneros almendralejenses se están planteando no recoger la aceituna de verdeo por el bajo precio al que se prevé que se pague. Según las partes afectadas, en esta campaña se pretende pagar a 36 céntimos de euros el kilo de aceituna de verdeo a precio de mercado, cuando el año pasado hubo industriales que las adquirieron por 51 céntimos de euros.

A todos les parece que este precio es ridículo y por ello se han planteado no cogerla y dejarla para la aceituna de molino. Los que sí tienen claro que no se debe coger son las asociaciones agrarias. Apag Extremadura Asaja ha pedido a los agricultores que no la cogan hasta que suban los precios y la Comunidad de Labradores de Almendralejo también cree que esta postura es la más conveniente. El presidente de esta última, Juan José Gallardo Laja, señaló ayer que no se debería de recoger porque se compra y se vende barata, pero reconoció que el problema ahora es muy grave, porque hay grupos de aceituneros en la ciudad que tienen mucha aceituna en stock y otros que no tienen nada y necesitan comprar. "A estos es difícil decirles que no la cojan", añadió.

La Comunidad de Labradores, que representa a la gran mayoría de agricultores de Almendralejo, se reunió el pasado lunes para tratar esta problemática y está previsto que hoy o mañana celebre una nueve reunión para tomar una decisión debido a que próximamente se debería comenzar a recoger este producto del campo. Gallardo, que también está recogiendo la opinión de los cooperativistas de la ciudad, señaló que el precio al que se pretende pagar no sufraga ni los gastos del día de la recolección. "Es muy complicado porque ni siquiera paga el gasoil de ese día", apuntó.

ACEITUNEROS Por su parte, lo industriales consideran que ahora el problema lo tienen los agricultores, que son los que deben decir si la cogen o no y después este problema pasará a ellos. Uno de los aceituneros de Almendralejo, Manolo Curado, comentó ayer que "cada uno tiene que hacer lo que quiera o lo que deba hacer para su negocio", porque el mercado es libre. Sin embargo reconoció que el precio es muy barato, ya que el año pasado compró el kilo a más de 50 céntimos de euros. No obstante, su opinión personal es que no se coja, aunque reconoció que si se deja para molino el problema seguirá estando en el momento que deba cogerse este tipo de aceituna porque los precios continuarán siendo baratos. Así, Curado señaló que el principal problema de todo ello es que se haya parado la exportación, ya que la mayor parte de la aceituna en Almendralejo y de la región va fuera. Puso el ejemplo de la situación de Estados Unidos, donde se vende mucha aceituna. "Este país está mal y ha dejado de comprar, así las exportaciones están paradas", informó.

REUNION ENTRE TODOS Mientras que asociaciones y empresarios están debatiendo todavía qué hacer, el concejal de Izquierda Unida, Santiago Fernández Nieto, envió el martes un escrito al ayuntamiento para que el alcalde reúna a todas estas partes implicadas y sirva de intermediario para llegar a una solución, que para él pasa por acordar un precio más alto de venta de la aceituna de verdeo. También admite que el consistorio no tiene competencia para fijar precios, ya que el mercado es libre, ni para obligar a los agricultores a no recogerlas, pero si apuntó que puede ser un "intermediario" para reunirlos a todos, junto a los partidos políticos, y encontrar una solución.

Fernández Nieto ve un error que no se coja la aceituna de verdeo, más que nada por los puestos de trabajo que se perderán si no se hace. Consideró que con casi 5.000 desempleados eliminar esta recolección supondrá más parados en la ciudad y también habrá que tener en cuenta que se perderán "muchos más jornales" si no entra aceitunas en las fábricas para su comercialización. Para el edil de Izquierda Unida, la recogida de aceituna de verdeo ha sido siempre una "tarea social" en la comarca de Tierra de Barros y el que no se lleve a cabo perjudicará "como siempre" a los jornaleros, que perderán su puesto de trabajo o sacarán un suelo muy bajo si se vende a 36 céntimos de euros.