Un ardua pelea de ocho años de trabajo bien merece la pena cuando los objetivos a cumplir determinan el futuro de un proyecto. Atrás quedan los retrasos en las subvenciones, la incertidumbre de muchos trabajadores y, especialmente, las dudas de cómo mantener la entidad. Aprosuba-2 lo ha conseguido. Ocho años después, el centro ha logrado entrar dentro del Marco de Atención a la Discapacidad de Extremadura (Madex). Un sueño perseguido desde hace años y cumplido estas navidades. Su inclusión en el Madex garantiza equilibrio, futuro y estabilidad. Le permite obtener una financiación estable y, lo más importante, un aumento cualitativo de la prestación de servicios a quiénes más importan: los usuarios. Aprosuba-2 atiende a 232 personas. Realiza y hace feliz a unas personas cuyos futuros también quedan ahora garantizados. El colectivo pasará a tener un presupuesto fijo anual de 1.222.000 euros para los próximos cuatro años, una subvención que gestiona el Gobierno de Extremadura. Pero lograrlo no ha sido fácil.

Los pasos

El decreto Madex fue publicado en 2006. Desde entonces, Aprosuba ha luchado para conseguir estar acreditado. Han sido muchas barreras por superar. Por aquel entonces, la entidad carecía de instalaciones que cumplieran los requisitos. Se construyó el nuevo centro de la carretera de Fuente del Maestre, pero no fue suficiente. Aprosuba no poseía la titularidad de los terrenos y, por lo tanto, la titularidad de los edificios construidos. Apareció entonces el ayuntamiento de Almendralejo para, en el 2012, gestionar la cesión del suelo y salvar este escollo. Ese mismo año se acreditaron los servicios y hasta la publicación de nuevos conciertos (en marzo del 2014), Aprosuba-2 no pudo acariciar su objetivo. El centro ha podido concertar los cuatro servicios que dependen de la Consejería de Salud y Política Sociosanitaria: atención temprana, centro ocupacional, centro de día y habilitación funcional.

El centro

Estos conciertos se firman para cuatro años y reportar una cantidad económica mensual que garantiza los pagos a los trabajadores. Aprosuba aumenta en medio millón de euros su presupuesto. Gracias a ello ha sacado diez ofertas de trabajo para incrementar de 60 a 70 empleados su plantilla. Contratará a cinco cuidadores, un logopeda, un licenciado en Pedagogía, un fisioterapeuta y un terapeuta ocupacional. Y los servicios a los usuarios estarán más especializados.

Dos salas de psicomotricidad sirven para estimular a los bebes, junto con salas de fisioterapia y estimulación cognitiva en el servicio de atención temprana y habilitación funcional. El centro de día cuenta con dos aulas para atender a paralíticos cerebrales, un aula de envejecimiento y un gimnasio totalmente equipado. En el centro ocupacional destacan las seis aulas de tareas prelaborales. Y luego está el colegio de educación especial San Marcos, con seis amplias aulas con material adaptado y recursos didácticos especiales. Hay zonas exteriores con dos pistas polideportivas, zonas de jardines y el nuevo invernadero. Y, en breve, se instalará un nuevo aula multisensorial.

Los proyectos

Conquistada la estabilidad con el Madex, Aprosuba-2 quiere seguir creciendo y cuenta con tres grandes objetivos. El más inmediato es la búsqueda de empresas que puedan conceder prácticas laborales a los alumnos del Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI). Otro reto ilusionante es convertir el nuevo invernadero en un centro especial de empleo donde los recursos obtenidos puedan dar trabajo a los usuarios. Y el gran sueño del colectivo sería la edificación de una residencia. Sería pequeña, de unas 20 o 25 plazas. Para empezar. Y luego, con opciones de ampliar. En Aprosuba no hay techos. Los retos nunca faltan cuando las barreras se siguen superando.