Son unas vacaciones singulares con paseos junto al pantano de Alange, baños en piscina, juegos populares, bailes y una noche de discoteca. Un año más se han organizado los campamentos de verano de Aprosuba-2 en las instalaciones del cortijo de Alange. Este año, además, con participación récord, pues son 52 los usuarios inscritos, algo que ha obligado al colectivo a aumentar por primera esta actividad hasta tres turnos. El lunes comenzó el segundo y la semana que viene será el último. Son cinco días, de lunes a viernes, con pernoctación y alimentación incluidos, lo que supone "una desconexión y la posibilidad de vivir cosas diferentes para ellos, y un respiro para las familias", apunta su presidenta, Inés Castañón.

Ayer recibieron la visita del alcalde, José García Lobato, y concejales. Arrancaron el compromiso de que el consistorio ejecute algunas actuaciones de mantenimiento, ya que este año han tenido que arreglar el techo de la cocina con las cuotas generadas el pasado año. El cortijo lo alquilan a familiares durante el resto del año y, con ese dinero, se costea el mantenimiento, "pero a veces no es suficiente".

El alcalde felicitó a Aprosuba por esta actividad de respiro que ofrece a las familias y cuyo crecimiento "es fruto de su "buen funcionamiento", dijo.