El 13 de abril fue inaugurado el Hospital Tierra de Barros, un centro médico que brotó de la incesante lucha y voluntad de un pueblo que se levantó en armas para reivindicar lo que consideraba justo. Esa lucha se vio reflejada en la Plataforma Pro-Hospital, que luego pasaría a llamarse Plataforma por la Sanidad Pública Tierra de Barros. El portavoz actual de la plataforma, Miguel García, ha sido uno de los hilos conductores de que el sueño por ver en pie este centro fuera posible. "Fueron muchos años de pelea, pero la necesidad y la constancia de los ciudadanos de Almendralejo lo hicieron posible. Hoy en día disfrutamos de un centro hospitalario avanzado gracias a la implantación de múltiples especialidades". En el camino de la pelea, la gigantesca manifestación con más de 30.000 personas en la calle del 18 de marzo del 2000, un día para la historia al grito de «¡Hospital comarcal ya!».

Ese mismo año, en junio, 19 autobuses fueron a Cáceres para reunirse con el gerente del Insalud, quien no les recibió. Eso provocó un encierro en noviembre del 2000 en el ayuntamiento, donde durante 21 días protestaron para tener el hospital. La plataforma recibió entonces el primer premio Justicia 2000 a los Derechos Humanos de Extremadura.

La obra

El hospital fue edificado sobre una parcela de 30.000 metros cuadrados. Costó 25 millones de euros y, hoy día, maneja 29 millones anuales en su presupuesto. Atiende las especialidades de ginecología, ostetricia, dermatología, traumatología, reumatología, cirugjía, digestivo, otorrino, oftalmología, alergia, medicina interna, urología (especialidad nueva) cardiología, y neumonología.

Recientemente ha sido implantada la de endocrinología, algo reivindicado desde hace algunos años, ya que la comarca cuenta con 8.000 enfermos diabéticos, 4.000 de Almendralejo y el resto de de otras localidades.

Este hospital comenzó su andadura en 2007 con 270 trabajadores, entre los que se encontraban 69 médicos, 116 enfermeros, y 67 de personal técnico y auxiliar. Actualmente está compuesto por más 400. Asimismo, en este 2017 se han visto incrementados los servicios en reumatología con 20 pacientes diarios; o de alergología, con un aumento de consulta de tres a cinco días, entre otros.

El Hospital Tierra de Barros tiene «muchísimo futuro y compromiso real de los profesionales» que trabajan en él, destaca el gerente del Área de Salud de Mérida, Juan Carlos Escudero. «La valoración de estos diez años es muy positiva, tanto en el funcionamiento, apoyo y complemento del Hospital de Mérida, como en la actitud de los trabajadores y sus capacidades de resolución. Ojalá hubiera muchos hospitales tan resolutivos como este», dice.

El exgerente Cándido Sánchez recuerda que «el hospital fue construido para la gente de Tierra de Barros y para no tener que desplazarse a Mérida». Su participación consistió en la planificación del hospital y estar pendiente de todas las obras, la dotación tecnológica y de recursos humanos. «Cumplimos con el objetivo de hacer un centro hospitalario, en el que las consultas de alta resolución tuvieran su peso y donde los problemas de especialidad se solucionaran sin las necesidad de hacer desplazamientos», dice.

«Es un hospital cercano, con una vinculación directa con los pacientes y con ese concepto del día a día», añade.

Por su parte, el exgerente del Área Sanitaria de Mérida, Juan Carlos Martín, reconoce que «el hospital fue enseguida muy reconocido por los residentes en la comarca, inclusos por aquellos escépticos del principio. Fue un proyecto paradigmático desde la sanidad pública, eficiente y de calidad», ha aseverado.

Son muchos los que han aportado su granito de arena para ver cumplido el sueño que nació de la necesidad de un pueblo «y del que hoy nos debemos sentir todos orgullosos», señaló Juan Carlos Martín

Los trabajadores, por su parte, destacan el crecimiento del centro y de sus especialidades, aunque resaltan la puesta en marcha del servicio de teleictus que conecta con el neurólogo titular del hospital Infanta Cristina. Dicho servicio está salvando vidas desde que empezó a funcionar. Ya ha atendido a siete pacientes de urgencia, todos ellos evaluados con rapidez y resultados satisfactorios. Hace pocos días, el sistema salvó la vida de un hombre de 55 años. Son las mejoras de un hospital que casa con una sanidad pública avanzada.