Ay, Karmele! Lo que a ti te ha pasado sólo le puede pasar a la tonta del pueblo. Porque una estrella de la canción puede hacerse pasar por tonta, pero no es tan fácil lo contrario, como todo el mundo sabe, menos la tonta. Y como nosotros no creemos que tú lo seas, y sí una persona culta y preparada, sólo encontramos una explicación a tu osadía y embobamiento: narcisismo, afán de notoriedad y la tentación de la pela; todo ello en confluencia con los intereses espurios de la cadena televisiva que te apoya. Por eso, y por vergüenza nacional, nos alegramos de que te hayan descalificado para representarnos en el famoso Festival de la Canción de Eurovisión; hemos estado a punto de convertirnos en la euro-risión televisiva, por segunda vez.

!Ay, Karmele! Es posible que ignores que no es música todo lo que suena, aunque tendrás muy claro que no es periodismo todo lo que se escribe en un periódico. Lo tuyo no sería posible en China, donde han prohibido el playback tras el escándalo de la niña de los Juegos Olímpicos. Pero lo que más nos llama la atención es que una declarada independentista catalana como tú quiera representar a España, cuando Serrat, bastante menos radical en ese tema, se negó a hacerlo por no permitírsele cantar en catalán. Tú estás muy lejos de aquella Carmela de la célebre película que se jugó la vida por negarse a cantar para los que iban contra sus ideales. Aquella mujer sí que era un auténtico tsunami . No pretendas ahora convertir todo en un drama para que tú y los que te apoyan en esta farsa sigáis haciendo caja. ¡Ay, Karmele! rumba la, rumba la, rumba la...