El alcalde José García Lobato, ha lanzado un mensaje de tranquilidad a la población tras los sucesos ocurridos el pasado domingo, después de que un grupo de ciudadanos rumanos agredieran, insultaran y amenazaran de muerte a un agente de policía que actuaba fuera de servicio, y anunció un refuerzo del control por parte de la policía en zonas más afectadas. Los hechos se sucedieron en la calle Seis de diciembre y acabaron con la detención de tres personas.

El regidor fue ayer tajante: "Este equipo de gobierno no se cruza de brazos y mira de perfil. Estamos muy ocupados y preocupados por la seguridad de nuestros ciudadanos y vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para salvaguardarla".

El agente agredido es el subinspector de la Policía Local, Fermín Núñez, a quien el alcalde felicitó "por su valentía y profesionalidad a la hora de intervenir aun estando fuera de servicio". El equipo de gobierno ha sido contundente ante estos hechos: "Ha pasado algo muy grave y la ley tiene que ser aplicada con contundencia, atendiendo a la realidad". El alcalde entiende las quejas de los ciudadanos y, por ello, mostró una carpeta de documentos que contenía contratos de arrendamientos y diversas diligencias sobre las viviendas situadas en esta conflictiva vía: "Trabajamos hasta donde nos deja la ley, pero en los domicilios no puede entrar la policía local y, a veces, nos quedamos con pocas respuestas", dijo.

La respuesta es la puesta en marcha de servicios extras de vigilancia. Uno, en la vía Seis de diciembre y otra pareja, en el parque de San José y zona del ambulatorio. Los parques de la Piedad y las Mercedes también experimentarán un especial control para velar por la seguridad.