El descenso de las temperaturas ha ocasionado un pequeño contratiempo para los agricultores que trabajan en la campaña de la vendimia. La misma se había adelantado en muchas bodegas y cooperativas a la semana previa a las fiestas de la Piedad, pero la llegada de un tiempo más fresco y las lluvias del pasado viernes han obligado a dar una pequeña tregua de varios días sin recoger uva.

Esta situación está provocada por el escaso grado alcohólico que está proporcionando el fruto. "Hemos tenido un verano muy seco y con temperaturas muy altas. Esto ha revertido en una buena maduración del fruto. Al venir el tiempo fresco, la viña ha tomado agua y ha bajado el grado", explica Isidro Hurtado, agricultor y presidente de la comunidad de regantes de Tierra de Barros.

Este paréntesis no debe afectar a los empresarios que trabajan en la vendimia, pues se prevé que entre hoy y mañana se retome la campaña con normalidad. "Esto ya no es como antes. Ahora, a los empresarios no les importa parar con el objetivo de coger las uvas en su momento más óptimo y contar con un vino de máxima calidad, que es de lo que se trata", subraya Hurtado. La uva, en general, tiene unos 11 o 12 grados, mientras que lo recomendable es que dé entre 13 y 14.

La vendimia comenzó recogiéndose las variedades tempranas de uva blanca que son destinadas al cava extremeño de denominación de origen. Entre estas variedades, la chardonnay o macabeo.

AHORA, LA TINTA Dicha vendimia está casi finalizada y los trabajadores comienzan a centrarse ya en la recogida de la uva tinta. La variedad más característica de la zona es el tempranillo.

La campaña lleva aparejada de un descenso del 30% de la producción con respecto a los datos del ejercicio anterior. Santiago Prieto, de la Comunidad de Labradores, recuerda que "el año ha sido muy seco y esto lo estamos notando. Aunque puede haber casos excepcionales en determinadas parcelas, estamos ante un año malo de cosecha".