El proyecto para convertir 15.000 hectáreas en regadío en la comarca de Tierra de Barros vive en este inicio del 2018 uno de sus momentos más decisivos. Hace unos días, el plan dio un paso adelante en su camino por ser una realidad tras la resolución favorable de la Dirección General de Medio Ambiente para su declaración ambiental. El siguiente trámite es pasar ahora por el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, algo que ocurrirá o a finales de este mes o, como muy tarde, durante la primera quincena de febrero, según ha podido saber este periódico.

Mientras el plan va dando sus pasos, los regantes siguen estudiando qué fórmula es mejor para sacar adelante la obra. La pasada semana se celebró una nueva mesa de trabajo a la que acudieron representantes de la comunidad de regantes, técnicos de la Junta, el secretario general de Desarrollo Rural, Manuel Mejías, la consejera de Agricultura, Begoña García, así como responsables de la empresa encargada de hacer un pormenorizado estudio en el que se han analizado los beneficios y perjuicios de las dos fórmulas planteadas para hacer la obra.

La primera opción implicaría que la comunidad de regantes fuese la promotora y encargada de contratar todos los trámites, mientras que la segunda sería mediante la concesión de la obra a una empresa.

Isidro Hurtado, presidente de la comunidad de regantes, señaló que esta decisión le corresponde tomarla a los regantes en junta de gobierno, que será convocada de manera inminente. No obstante, avanzó que gusta más la primera, es decir, la que propone que la comunidad de regantes sea la promotora de la obra. «Es algo que deberán decidir los regantes, pero a bote pronto es la opción más económica. Puede que nos genere más complicaciones, pero debemos velar por el ahorro de los comuneros», resaltó Hurtado.

Viabilidad económica/ Por otra parte, Hurtado también se refirió a las declaraciones de Manuel Mejías en Canal Extremadura Radio, en las que dijo que desde el Ministerio de Agricultura aprecian «dificultades técnicas» en el proyecto. Lejos de tomarlo en negativo, el presidente de la comunidad considera que «podemos estar incluso satisfechos. Si como dicen hay dificultades técnicas, lo normal ahora es decirnos cuáles son y poder subsanarlas, ya que ahí tenemos remedio. Peor fue cuando tuvimos un encuentro en Madrid donde se nos dijo que el proyecto no se había contemplado por Agricultura. Ahora veo que hay una predisposición positiva». En esas declaraciones, Mejías afirmó también que el ministerio estaba dispuesto a colaborar «en un proyecto viable».

Más crítico se ha mostrado el alcalde de Almendralejo, José García Lobato, quien ha elegido sus redes sociales para hablar del asunto. El regidor popular ha expuesto que el ministerio le ha solicitado a la Junta que revise algunas cuestiones técnicas del proyecto para hacerlo viable, «pero a la Junta no le interesa que sea viable porque no quiere desarrollar el regadío. No les interesa porque no tienen dinero para hacerlo», ha escrito con rotundidad.