TMtenuda ha liado el rotativo francés Le Monde , santo y seña de la progresía y el nacionalismo catalán. Acaba de publicar un reportaje periodístico demoledor: "Las decepciones de la marca Barcelona" . Vaticina que la ciudad puede morir de éxito y cita expresamente las causas: Barcelona es una ciudad de putas, robos, corrupción y propaganda. Están que gatean por las paredes, como aquellos "gatos" madrileños durante el reinado de Alfonso VI . Le Monde critica con sorpresiva acidez que el céntrico mercado de La Boqueria esté invadido por meretrices de bragas en mano y sexo ventilado. Que tengan el récord en robos: 80.000 en el último año en la popular Ciutat Vella . Que en el Teatro Liceo de la Música , el que reconstruimos toda España tras su devastador incendio en 1994, su Director se haya apropiado delictivamente de 20 millones de euros. Y que dos ex altos cargos en los gobiernos de Jordi Pujol con apellidos de reputada catalanidad: Prenafeta y Alavedra , hoy, junto a otros mangantes, estén en la cárcel. Ellos, pobres ellos catalanes impasibles ven que la veda se abrió también en la tierra de Wilfredo el Velloso . Que esgrimen el catalán, sabiendo más latín. Asisten a la sequedad del oasis periodístico del que disfrutaban y han tenido que soportar los cánticos y eslóganes en un perfecto español, más acompasado que el bolero de Ravel en esa gran manifestación contra la corrupción catalana. Y siguen con las sandeces propias de lo engreídos, contratando a traductores de catalán para asistir a una delegación nicaragüense que hablan infinitamente mejor el español que el miskito criollo .