Justifican lo que hacen en que un día se dieron cuenta de que hay muchos mayores en la ciudad que aseguran que se sienten solos por diversas circunstancias y porque es una labor muy bonita y necesaria. A finales de verano, uno de los promotores de este colectivo y presidente del mismo, José Cáceres, comenzó con la técnica de asociacionismo Toni Rangel, a constituir esta asociación de Mayores Voluntarios, que actualmente cuenta con catorce voluntarios que dedican su tiempo libre o parte de su día a ayudar a los que necesitan "una mano" en la ciudad.

Cáceres asegura que ahora son catorce, pero se necesitan más voluntarios porque "hay demanda". Consideró que en Almendralejo hay gente que "valdría para ello", pero por desconocimiento no "arrancan". Los únicos requisitos que se les pida a los mayores voluntarios es que se "sientan solidarios, tengan mucho respeto y sentido de la colaboración" porque con ello "en pocas horas de su tiempo puede hacer felices a muchos". "Es poco tiempo de su día, en vez de pasar parte de la mañana sentado en un banco, se podría hacer cosas bonitas; queremos a gente que también esté dispuesta a romper barreras sociales", añadió el presidente. Para formar parte, los interesados solo tienen que acercarse al centro cívico de la calle Mérida.

Ayudas prestadas

Así, en estos meses ya han participado en diversas actividades con el ayuntamiento, como convivencias en las residencias de ancianos, o con instituciones, como una campaña de recogida de móviles con Cruz Roja. Pero la mayoría de ayudas que prestan están relacionadas con el acompañamiento. "Desde llevar a alguna persona mayor al hospital o al centro de salud, estar con los que se sientan solos en casa durante unas horas aunque sea charlando hasta ayudar a una madre con tres hijos pequeños a llevarlos al colegio o al médico", añadió. Recientemente también han comenzado a ayudar a otro colectivo, los extranjeros. Les informan de cómo deben buscar un empleo o redactar un curriculum, incluso les acompañan a repartirlos a los "lugares más indicados".

Por ahora, no han tenido ningún problema con las personas de todas las edades que han solicitado su ayuda. "Ellos, que no se muestran para nada reacios, acuden al centro cívico o a través de Cruz Roja, y nosotros vamos a su casa, identificándonos con el carnet, para ver qué es lo que quieren o en algunos casos a hablar con ellos porque tan solo quieren charlar un momento con alguien", explicó.

En definitiva, Cáceres comentó ayer que se trata de una labor "muy bonita, solidaria y necesaria"; con la que no buscan nada a cambio porque al fin y al cabo, todos necesitan ayuda en algún momento de su vida.