Quedan justo dos semanas para que abra sus puertas la décimo sexta edición del Salón del Vino y la Aceituna (Iberovinac) y la feria profesional más ambiciosa del sector en la capital de Tierra de Barros va moldeando su programa. Este año gira hacia el enoturismo con un enfoque que irá alternando con el que habíamos conocido en la actualidad, es decir, otro más orientado a importadores y exportadores de productos. La mayoría de bodegas locales y comarcales estarán presentes, aunque hay expectación por conocer cómo serán estos cambios de cara a los días 27, 28 y 29 de este mes. El enoturismo aparece como un valor en alza, casi virgen en algunos territorios, y con muchas posibilidades de ser explotado. El delegado de Turismo da algunas pistas de la próxima feria.

--¿Cómo marchan los preparativos?

--Con ilusión y grandes expectactivas, pero también con algo de incertidumbre por saber cómo responderá todo el mundo. Es fundamental que sepamos transmitir bien el nuevo enfoque que vamos a darle. El concepto está llamando la atención a muchas bodegas que ya están interesándose y tienen experiencia en el campo del enoturismo como una rama importante de crecimiento conómico.

--¿Cuántos expositores se calculan y qué sectores cubrirán?

A día de hoy es muy difícil hacer un cálculo porque en dos semanas se cierran muchos contactos. La cifra no puede ser igual que la del pasado año, por el cambio del concepto, pero no andará lejos. En cuanto a los sectores, trabajamos para tener a compradores nacionales, distribuidores de grandes superficies, de tiendas gourmet. Por supuesto, las bodegas y especialmente las de la Ruta Ribera del Guadiana. Se trata también de crear imagen de marca. También trabajamos para que estén empresas de aceituna y aceite. Al cambiar el concepto, hemos hecho una rebaja importante de precios y la gente está muy receptiva.

--¿Habrá presencia internacional

--Mayor que la del pasado año. Portugal se está volcando y aumentará el número de bodegas lusas, especialmente de la zona de Setúbal. A nivel nacional no quiero olvidarme de los vinos de la denominación de origen Valdeorras, que no faltarán a la cita.

--¿Era insostenible económicamente mantener el formato anual que tenía Iberovinac?

--No, no lo era. Simplemente hemos confiado en este enfoque enoturístico en auge. Esto nos permite trabajar con más tiempo para volver a dar el próximo año un salto de calidad en el concepto de feria para importadores. Queremos que haya buen volumen de negocio y para ello hay que traer a gente de todo el mundo con ganas de comprar. Apostaremos también por los vinos espumosos y el cava. Hay una labor de búsqueda de esos importadores que quizá sea lo más costoso. Pero eso será el año que viene, aunque el trabajo ya está iniciado también.

--¿Gira el vino hacia un producto turístico?

--Creo que ahora no solo hay que limitarse a vender el caldo, sino también sus características. Hay que vender las sensaciones y experiencias que transmite el vino para fidelizar a los clientes. Por eso se han puesto muy de moda las catas, para explicar bien las sensaciones de cada vino. Es fundamental proponer actividades que refuercen el producto envuelta en entornos diferentes. El ejemplo de Música para Beber que tenemos la próxima semana es muy apropiado. Recuerdo una anécdota de alquien que me acompañó el pasado año. No le gusta demasiado el vino, pero decidió probar varios que había degustado en otras ocasiones. Se sorprendió y dijo que estaban buenos, pero en realidad eran los mismos. Fue el entorno, la música y el ambiente festivo la que lo llevó a saborearlo de otra manera. Ahí está la clave.

--Muchas bodegas y empresas locales esperan que la feria no se convierta en aquel concepto de barra libre de vino para todo el mundo. ¿Se va a controlar este detalle?

--El hecho de que este Iberovinac tenga una orientación al público final no implica este hecho. Habrá una serie de actividades para consumir vino, pero será pagando y con un consumo responsable. El cachondeo de antes se acabó. Tampoco podemos controlar que una bodega ponga copas de vino gratis a todo el mundo, pero no es el concepto adecuado. Hay que acercar el vino a todo el mundo, pero valorándolo en su medida.

--El equipo de gobierno está muy concienciado en la necesidad de fomentar el emprendimiento. ¿Dónde tiene cabida en el sector del vino?

--En cualquier campo. Innovar no es solamente sacar un producto nuevo o un servicio al mercado, sino proponerlo o prestar dicho servicio de otra manera. Hay bodegas que han empezado a desarrollar vinos mezclados con zumos, como un pequeño añadido. Estoy seguro que hay muchas fórmulas. Si algún agricultor le diera por ceder sus tierras para actividades de poda o vendimia para turistas, seguro que haría negocio. Hay que ser original.

--Por último, ¿estará presente el regadío en Iberovinac?

--Por supuesto. A Iberovinac acuden muchos agricultores, principales afectados. Están anhelando que se den pasos firmes para impulsar este proyecto en la comarca. El regadío estará presente.