Se ha convertido ya en una cita tradicional del calendario navideño de los almendralejenses. Más que una prueba atlética, la San Silvestre popular es ya una fiesta de convivencia donde el deporte se mezcla con el buen ambiente y el humor para despedir el año. La tercera edición sobrepasó nuevamente el millar de participantes, aunque fueron varios miles de vecinos los que acudieron a la zona de la avenida de la Paz y por los diferentes tramos de la carrera para ver la serpiente multicolor de personas ataviadas con trajes originales y navideños.

El resultado, en este tipo de pruebas, suele ser lo de menos, pero hay quienes se preparan la última carrera del año para seguir sumando en su palmarés. Es el caso del atleta local, Juan Diego Bote, que recorrió los cuatro kilómetros de la prueba en catorce minutos y cinco segundos, el más rápido.

Originales, sin duda, un grupo de chicas ataviadas con botellas de cava en apoyo al espumoso de Almendralejo. Atrevido el alcalde, vestido de pinocho, y acompañado del presidente del Extremadura, Manuel Franganillo. Los chicos de la cantera azulgrana, por cierto, fueron los más numerosos y se llevaron un jamón para compartir.

Y destacada presencia de deportistas femeninas, cada vez más en esta San Silvestre que también recogió alimentos y que ayudará a promocionar al Extremadura Femenino.