Totalmente emocionado y demostrando en todo momento gratitud, el poeta y periodista extremeño José Miguel Santiago Castelo recibió ayer un emotivo homenaje de la Unión de Bibliófilos Extremeños (Ubex) en el salón de actos de Cajalmendralejo. Desde las once de la mañana numerosos seguidores del escritor lo aguardaban para acompañarle en este día. Pasadas las once y media de la mañana llegó a Almendralejo nervioso y sorprendido ante el homenaje, que "tiene más valor porque viene de amigos".

Consideró no merecérselo, no por falta de modestia sino porque "lo único" que ha hecho en su vida "es escribir de Extremadura por una razón muy simple: porque creía que lo tenía que hacer". Por ello, el hecho de recrear Extremadura en sus poesías "no tiene tanto mérito".

El autor de obras como La huella del aire o Cuaderno de verano reconoció no sentirse un bibliófilo como quisiera, ya que para ello "tienes que tener mucho dinero". "Pero soy un amigo de los libros y las bibliotecas y también de mis amigos, y que mis amigos te recompensen de esta forma es de gratitud", comentó.

INTERVENCION DEL POETA El homenaje comenzó con unas palabras de bienvenida del presidente de Cajalmendralejo, Sebastián Guerrero, y la presentación de este día del bibliófilo por parte de la presidenta del colectivo, Carmen Fernández-Daza. Después, el vocal de la Ubex, José Luis Bernal, presentó al homenajeado, quien comenzó su intervención agradeciendo a todos el gesto. También resaltó su obra poética y reconoció ser un privilegiado por tener ese "don de ser poeta".

"Uno no elige la poesía, sino que la poesía te elige a tí. La poesía es un don, pero no sabes porqué te asalta. Para hacer un ensayo te tienes que sentar y estudiar, para la poesía solo tienes que llevar un cuaderno para apuntar porque en el momento más oportuno te asalta. Por eso yo me siento tentado por la varita mágica por tener ese don", apuntó Santiago Castelo en su intervención.

El acto terminó con la entrega del libro homenaje al escritor por parte del vicepresidente de la Ubex, César Chaparro, y con un concierto a cargo del coro del conservatorio dirigido por Tomás Bote.