Dicen de los cerdos que gustan hasta sus andares. Pero si éstos van acompañados de un sello de calidad, mejor que mejor. Este es el caso de la granja Cuéllar ubicada en el camino Usero y que es la primera industria de cría de cerdos de la comarca que obtiene la norma de calidad del cerdo ibérico. Esta distinción la concede la Asociación Española de Criadores de Ganado Porcino Selecto Ibérico Puro (Aeceriber).

El propietario de la instalación, Antonio Sánchez, adquirió a varios ejemplares ganadores de premios nacionales en la Feria de Zafra. De ahí, ha pasado a criar sus propios lechones y ya proyecta exponer él mismo en la feria ganadera.

La explotación cuenta con 125 hembras reproductoras, varios sementales de pura raza ibérica y en un año cría 1.300 cabezas de ganado que parten al matadero con, al menos, diez meses de vida. Una vez sacrificados, los cerdos de la granja Cuéllar de Almendralejo ofrecen los mejores productos de cerdo ibérico, conocidos sobre todo por sus exquisitos jamones. Unas piezas que cada vez más se están abriendo paso en otros mercados, y es que últimamente los productos del ibérico se venden más en zonas como Japón o Estados Unidos.

Todo ello, gracias a granjas como la de Almendralejo que pasa rigurosos controles de calidad del cerdo que sirve para desechar, en ocasiones, a veces, con más defectos.