Un total de 50 niños participan del programa de espacios educativos saludables que se desarrolla en el Palacio del Vino. Se trata de una especie de campamento de verano que impulsó el Gobierno regional hace tres años como parte de un plan contra la pobreza infantil. Niños de entre 6 y 14 años, en situación de exclusión social, disfrutan de actividades lúdicas y deportivas, tres comidas diarias y una atención personalizada por parte de cinco monitores de Cruz Roja Juventud.

Ahora mismo hay 41 niños, pero vendrán en breve otros nueve más. Acuden a las diez para tomar desayuno. Más tarde realizan juegos y practican deporte, baños en la piscina y clases para fomentar buenas normas de conducta. A media mañana también toman alimentos y almuerzan antes de las tres, hora a la que son recogidos por sus padres.