El ayuntamiento de Almendralejo ha decido esperar a que se vacíen los antiguos hangares del camino Lobón antes de proceder a su demolición. En la actualidad, estas instalaciones, privadas y construídas sobre suelo municipal, están habitadas por temporeros procedentes de Rumanía. Según apuntó la concejala de Servicios Sociales, Esperanza Lozano, "los jornaleros poco a poco se están marchando a Sevilla para trabajar en la recolección de la naranja. Cuando todos se hayan marchado derribaremos los hangares".

Con esta medida, el consistorio se evita el trámite de tener que desalojar a los rumanos de sus viviendas clandestinas. Además, según apuntó Lozano, el alcalde ha enviado un informe con fotografías de los hangares a la Delegación del Gobierno en Extremadura para que conozca la verdadera situación en la que viven los temporeros en Almendralejo.