Las primeras críticas ante el anuncio del equipo de gobierno de estudiar la posibilidad de proceder a la concesión administrativa del servicio de agua no se han hecho esperar. Los primeros en dar su opinión han sido los grupos de la oposición. Tanto el Partido Popular como Izquierda Unida se muestran reacios, aunque esta postura está siendo más sólida, por el momento, desde la coalición de IU.

Por un lado, el PP remitió el miércoles una carta al alcalde en el que se pide información por escrito sobre algunas dudas que tienen relacionadas con la posible concesión del servicio de agua. Según explicó ayer el secretario local del partido, Juan José García-Moreno Barco, "el PP sólo apoyará la concesión si resulta beneficiosa para el ciudadano, de lo contrario, y si por ejemplo las tarifas se incrementan, nos opondremos en rotundo a esta operación".

En el escrito remitido a la alcaldía, el PP pide que se explique cuál es la justificación para iniciar ahora los trámites de la concesión administrativa, las obras que se realizarán tras conceder el servicio a una empresa, quién controlará el cobro de las tarifas y si la concesión supondrá un aumento de éstas y, por último, si a los trabajadores del servicio municipal de agua se les respetarán sus derechos laborales.

IZQUIERDA UNIDA Por otro lado, el concejal de IU en el ayuntamiento, Santiago Fernández Nieto, propone al equipo de gobierno que "en lugar de privatizar el servicio, lo que se debe hacer es aumentar las inversiones que se realizan en la red de agua y gestionarlo mejor". También añadió que el 30% de agua del consumo total que usa el ayuntamiento lo deberán pagar los ciudadanos con el aumento de las tarifas si el servicio se concede a una empresa privada.

El edil de IU exigió también al consistorio que vigile más el consumo de agua en Almendralejo. Según Santiago Fernández, en la localidad se utiliza agua y no se paga toda la que se consume. Así ocurre, según explicó el pasado miércoles, en las tuberías que hay en el camino de Husero donde se colocó un contador general cuyas cifras no se correspondían con lo que se cobraba en las facturas posteriormente.