Familiares, amigos, académicos, colaboradores del centro cultural Santa Ana y miembros de la corporación no quisieron perderse el martes por la noche la inauguración de la calle IX Marqués de la Encomienda, con la que se rinde homenaje a Mariano Fernández-Daza.

A iniciativa de amigos y por decisión del ayuntamiento, el último tramo de la calle Ortega Muñoz (donde está exactamente el centro universitario Santa Ana que él creó) lleva desde el pasado martes el nombre IX Marqués de la Encomienda.

Fue el alcalde José María Ramírez, junto a los nietos del marqués, su viuda, su hermano y dos de sus tres hijas quienes descubrieron la placa en la calle. Después, se celebró un acto en los jardines del centro universitario que abrió su amigo y compañero de la Real Academia de Extremadura, José Miguel Santiago Castelo.

El escritor y periodista extremeño aseguró, emocionado, que después de tres años de la muerte de Fernández-Daza su figura "se ha ido engrandeciendo" y destacó su "entrega visceral por Extremadura" tanto por la creación de la vasta biblioteca que montó y mantiene en el centro universitario como por otras acciones emprendidas a favor de la región. Con estos argumentos, Castelo consideró "justo" este acto de reconocimiento a un hombre "polémico, generoso, único, muy trabajador y un gran luchador", lo definió.

Por su parte, su hija Carmen agradeció al ayuntamiento y al "pueblo de Almendralejo" la rotulación de una calle con el nombre y título de su padre y más aún el gesto de que sea la vía donde se encuentra el centro Santa Ana. Aseguró que para su familia el martes fue un día "de infinita nostalgia y de intensa felicidad", ya que después de tres años "ha sido capaz de volver a convocarnos a todos". También afirmó que el auténtico legado que les ha dejado es la "honradez". "Es el auténtico patrimonio y legado que le ha quedado a sus hijas", resaltó.

Por último, el alcalde también alabó su figura y las acciones que hizo, aunque reconoció que fue un hombre polémico.