La policía local detuvo en la jornada del martes a un hombre de nacionalidad rumana, de 52 años y vecino de Almendralejo, sobre el que recaía una orden judicial de alejamiento solicitada por su pareja, aunque sorprendentemente convivía con ella en un domicilio de la calle Miño, justo donde fueron sorprendidos por la policía.

Una patrulla de seguridad ciudadana se alertó al observar al mencionado individuo junto a un vehículo estacionado en esta calle, manipulándolo en actitud sospechosa. Tras ser identificado, los agentes comprobaron que tenía una orden de alejamiento judicial por malos tratos con respecto a su esposa, desde el 11 de octubre del 2015. Sin embargo, cuando se le interrogaba, salió del domicilio una mujer que resultó ser su esposa. A pesar de la orden y ante la sorpresa de los agentes, ambos vivían juntos en el mismo piso con aparente normalidad, según declararon ambos. Pese a ello, la policía lo trasladó a comisaría.

El detenido tiene antecedentes por delitos contra la seguridad vial y por falsedad en documento público.