"Son dos angelitos más en el cielo, que están más cerca de su padre (fallecido el verano pasado en un accidente de moto) y gozan de Dios eternamente en el Paraíso". Con estas palabras se dirigió el sacerdote de la parroquia de Aceuchal a los cientos de familiares y vecinos que abarrotaron la parroquia durante el funeral de Juan Antonio y Adrián, los dos niños fallecidos anoche en un incendio en Almendralejo.

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La consternación fue el sentimiento más vivo durante la despedida, a la que acudieron la delegada del Gobierno, Carmen Pereira; el consejero de Administraciones Públicas, Ángel Franco, y el presidente del PP, José Antonio Monago.

Pereira anunció a la salida del sepelio que todavía se desconocen las causas del incendio, pero continúan las investigaciones.

Tanto Almendralejo como Aceuchal han decretado dos días de luto.