Ayer por la tarde, agentes de la Policía Nacional tomaron declaración a J. C. H. R., el presunto autor de una agresión a dos mujeres el miércoles por la tarde en el parque La Libertad, conocido como Las Palmeras, según confirmó el inspector jefe de la comisaría a este diario. El hombre estuvo declarando tras ser identificado a primera hora de la tarde, (al cierre de esta edición aún no había concluido) y, según señaló el inspector, las diligencias se trasladarían al juez encargado del caso, quien debía ser el que tomaría la decisión de enviarlo a prisión o dejarlo libre.

Las agredidas son Piedad Mesías, de 52 años, y su hija Macarena Iglesia, de 33 años. Los hechos ocurrieron sobre las 19.50 horas del miércoles en el citado parque, cuando un hombre de unos 30 años aparcó su coche en un paso de peatones, se bajó del mismo y fue directamente hacia donde se encontraba una de las víctimas, la madre, para pegarle. Su hija al ver la agresión se acercó a él y comenzó a golpearla también.

Según relató ayer Piedad Mesías, el autor de los hechos, J. C. H. R., es la expareja de otra de sus hijas, con la que tiene dos hijos menores que en esos momentos se encontraban en el parque y presenciaron todos los hechos. "Llevaba toda la tarde dando vueltas por el parque, incluso uno de los niños me dijo que lo vió", explicó.

ABANDONO A SUS HIJOS Piedad aseguró que su hija --la madre de los niños-- se encuentra en Madrid y que hace dos meses su expareja y padre de los menores "echó a sus hijos de casa porque no los quería, por eso los recogí yo y están viviendo conmigo". Durante estos dos meses los niños no han visto a su padre. "Antes de comenzar a golpearme dijo que llevaba tiempo queriendo hacer esto", señaló.

Tras la agresión, el presunto autor se dio a la fuga, dejando el coche que fue retirado por la grúa, mientras que las agredidas tuvieron que ser trasladadas al hospital comarcal Tierra de Barros para que fuesen atendidas, ya que presentaban traumatismos craneoencefálicos. Además, Piedad Mesías tenía hematomas, un esguince en un tobillo y contusiones faciales. Por su parte, Macarena tuvo que ser traslada al hospital de Mérida para realizarle otras prueba, ya que tenía sangre en la orina. Le dieron el alta ayer por la mañana y está en su casa recuperándose.

AUN SIENTE MIEDO Piedad puso la denuncia correspondiente en la Policía Nacional tras salir del hospital el miércoles por la noche y Macarena lo hizo ayer al mediodía cuando regresó del hospital. Según la primera, el presunto agresor ya tiene antecedentes de este tipo porque a su hija ya le había pegado cuando estaban juntos y actualmente tenía una orden de alejamiento. Ahora, y con el paso de las horas, confiesa que lo único que quiere es estar tranquila, pero reconoce que sigue teniendo miedo. "¿A qué tenemos que esperar? ¿A qué nos maten, para que sea un delito grave", se preguntó.

por otro lado, destacó la colaboración que prestaron los ciudadanos, ya que enseguida llamaron a la policía. Acudieron la local, la Nacional y Cruz Roja.

La Delegación del Gobierno informó ayer que no se trata de un caso de violencia doméstica, ya que entre ambas partes no hay relación sentimental, porque "son excuñada y exsuegra".