Francisco José Pavón (Sevilla, 1970) ya ha entrado en el libro de aquellos que han regalado a la virgen de la Piedad parte de su tiempo y creatividad, en este caso, en forma de música. Este compositor andaluz, residente en la localidad Valencina de la Concepción, ha compuesto de su puño y letra una plegaria que el coro rociero Cosita Buena estrenó y dedicó a la patrona de Almendralejo a las puertas del santuario durante la celebración del rosario procesional del pasado 31 de mayo. Francisco José ama la música y, muy especialmente, las sevillanas, de la que es especialista y colabora para un sinfín de medios de comunicación, incluidas varias radios digitales de creación propia. Cuenta con grandes amigos en la capital de Tierra de Barros y compuso el tema a la virgen de la Piedad de modo altruista, demostrando así su pasión y sin pedir nada a cambio.

--¿Quién le propuso dedicarle una plegaria a la Virgen de la Piedad?

--Pues realmente no me lo propuso nadie. Yo tenía ya una gran amistad con los amigos de Cosita Buena y en la noche del 5 de agosto del pasado año me acordé de que estarían cantándole, como todos los años, a la Virgen de la Piedad. Estaba en casa y recuerdo que alguien me pasó una foto de la imagen de la Virgen por el teléfono. Se me ocurrió entonces escribirle algo y la verdad es que compuse rápido la salve, hice la música y la grabé. Fue tan rápido que, esa noche, ya les envié un avanve por whatsapp de la plegaria que había hecho. Surgió de manera espontánea y, claro está, me lo han agradecido mucho.

--Para aquellos que aún no han podido escucharla, ¿cómo es la dedicatoria?

--Pues realmente me gusta que sea el que la escuche quien valore la calidad de la música. Yo puedo decir que solo la hice con una imagen de la Virgen de la Piedad delante y, por supuesto, con el cariño que le tengo a la gente de Almendralejo. Me considero mariano y el nombre de la Virgen no es lo más importante. Lo que más me ha gustado es que Cosita Buena ha respetado la música tal y como la envié.

--¿Es posible transmitir esa pasión y devoción por la Virgen de la Piedad desde tan lejos?

--Como te he comentado, soy mariano por encima de todos. Creo que la Virgen es la madre de Dios, se llame como se llame. Si para mi pueblo nuestra Virgen es lo más grande, entiendo perfectamente qué significa la Virgen de la Piedad para los almendralejenses. Escribir a la Virgen y componerle canciones es mi forma de quererla.

--Estuvo presente en el momento del rosario procesional. ¿Cómo lo vivió?

--Pues fue algo muy emocionante. Recuerdo que estaba bastante nervioso y tenía a mi lado a Alfonso Agudo, que lo estaba más. También me encantó la parte del rosario de sevillanas. Mi padre era de Gines y los misterios que se recitaron aquella noche fueron los misterios que el pueblo de Gines había creado allá por 1969. Curiosamente, esa misma noche, el coro rociero de Gines estaba completando su primer día de camino del Rocío. Quién me iba a decir que estaría yo recitando los misterios de Gines, pero con acento extremeño.

--Usted ya ha colaborado en varias composiciones para Cosita Buena.

--Sí. Les hice dos sevillanas para su primer disco y ese fue el punto de partida para una gran amistad. La música nos ha unido.

--Mucha gente asegura que usted es uno de los mayores especialistas en sevillanas del mundo. ¿Es cierto?

--Bueno, te puedo decir que soy un enamorado de la música por sevillanas. Un auténtico loco. Desde que tengo uso de razón escuchaba las sevillanas por el transistor de mi padre. Comencé a cantarlas y a componerlas muy temprano, a los 12 años, y luego he ido investigando y profundizando sobre su historia. Soy uno más que sabe de sevillanas.

--Tanto que ha creado una radio solo para emitir sevillanas...

--Sí. La comunicación es algo a lo que me he dedicado siempre. Ahora que están de moda las radios digitales, impulsé Por Sevillanas Radio. También he creado otra radio llamada Rocieros por el mundo y Pasión de Aljarafe.

--Por cierto, ¿qué le pareció Almendralejo?

--Pues había estado de paso, pero la primera vez que fui ya me impresionó. Me gustó especialmente la belleza y lo coqueto que es el teatro Carolina Coronado y, por supuesto, el santuario de la Piedad, una joya. Pero lo que más me gustó, sin duda, ha sido el trato de su gente.