Aunque quedan tres días para las vacaciones de Navidad, el comedor escolar del colegio público José de Espronceda se puso ayer en marcha con la asistencia de 67 alumnos que pudieron degustar el primer menú compuesto por lentejas, pescado y flan. Se ha construido en la antigua casa del conserje que también ha albergado la sede de la Asociación Folclórica Tierra de Barros.

La Junta de Extremadura se hace cargo de la gestión de este comedor que funciona a través de una empresa de catering que trae todos los días los menús listos para ser comidos. En este servicio trabajan tres monitores que ayer se encargaron de explicar a los niños cómo funciona. A comer asisten 67 niños que comerán en dos turnos. En el primero, estarán los más pequeños y en el segundo el resto.

Este es el tercer comedor escolar que se ha puesto en marcha en la ciudad, junto al de Antonio Machado y Montero de Espinos, que empezó la semana pasada. Además, todavía quedan por abrir otros tres. Uno de ellos es el del Ortega y Gasset, que ya tiene todo listo y empezará en enero, al acabar las vacaciones de Navidad. Los otros dos, el de San Roque y San Francisco, aún deben construirse.