El malestar por el retraso en la puesta en marcha del proyecto en regadío en Tierra de Barros comienza a aflorar en forma de reivindicaciones. Uno de los que ha puesto el grito en el cielo recientemente ha sido el alcalde de Almendralejo, José García Lobato, quien asegura que «se están dilatando los plazos previstos para su puesta en marcha y no hay una voluntad decidida por parte de la Junta para sacar adelante el proyecto». El regidor responsabiliza al Ejecutivo autonómico del retraso en el cumplimiento de los plazos que se habían fijado en un principio y le pide un mayor grado de voluntad para impulsar sus diversas fases.

El alcalde explica que este retraso se debe al hecho de haberse sacado un nuevo plan de viabilidad para estudiar el proyecto, «un estudio que ya se había realizado con anterioridad». Esta redacción del proyecto básico, estudio de viabilidad y evaluación ambiental estratégica ya está en marcha con un plazo de unos diez meses. A Lobato, que dice estar en permanente contacto con los agricultores, le preocupa que si hay diez meses para hacer este plan, «posiblemente para la redacción del proyecto sean muchos más», temiendo que no se empiecen las obras incluso para antes de 2019, a las puertas de unas nuevas elecciones.

Por otra parte, el alcalde también reivindica la necesidad de que la Junta empiece a concretar el modelo de financiación: «no hace falta irse al Banco Europeo de Inversiones, sino que también hay entidades aquí para financiar el proyecto», asegura.

Lobato considera que se ha logrado realizar lo más difícil de este proyecto que, según sus palabras, era poner de acuerdo a más de 1.600 agricultores, delimitar las zonas regables, vencer el escepticismo y, sobre todo, constituir una comunidad de regantes. «Hemos trabajado como un burro para llegar aquí», por eso reclama más compromiso y dice que tendrá una postura muy reivindicativa con este tema.