Gran parte de la comunidad educativa del conservatorio oficial de música Tomás Bote Lavado se concentró ayer a las puertas del centro para reclamar que se inicien las obras de reparación de la cubierta del edificio. Más de un centenar de personas, entre alumnos, profesores y padres protestaron y apoyaron la lectura de un manifiesto a cargo del director David Montes, en el que se denunció que la situación del centro es «insostenible».

En el acto de protesta se puso de manifiesto que existen goteras en buena parte de las aulas, una plaga de hormigas que constantemente caen del techo en las cabezas de los alumnos, la tierra que se filtra y cae sobre los pupitres o el calor insoportable dentro de las clases con temperaturas que superan los 35 grados en los meses de junio y septiembre. Además, la moqueta con que están forradas las paredes de las clases está generando moho de la humedad debido a las filtraciones de agua.

El conservatorio recuerda que hace cinco años que la dirección del centro inició los trámites para llevar a cabo esta actuación. La Junta de Extremadura, a través de la Delegación Provincial de Educación, les confirmó que la obra comenzaría el 15 de julio de 2017. Pero aún no lo ha hecho.

El centro señala que no han tenido ninguna notificación oficial hasta la fecha. «Las pocas informaciones que hemos obtenido han sido tras insistentes llamadas telefónicas a diferentes técnicos y responsables de la Junta, y que solo hacían referencia a la cesión del edificio afectado».

La Junta siempre ha alegado que no podía intervenir hasta que el ayuntamiento les cedierá el inmueble, algo que ya se hizo en el pleno del pasado mes, y después de haber iniciado el trámite para registrar el edificio en patrimonio municipal. Ahora, tanto el conservatorio como la asociación de padres reclaman a las administraciones que «aparquen sus diferencias» y que las obras se inicen sin falta el 15 de julio de este 2018.