Del vino de esta tierra no solo se presume y degusta en copa. Ahora, su cultura y fama también están impresas con tinta sobre el papel. A Paco Martín, escritor almendralejense, se le ocurrió una tarde del 2006 unir cine y el vino en un libro. Investigó a fondo sobre ello y se percató de que nadie, en Extremadura, había trabajado en ese campo. Compró palomitas, refrescos, paciencia y tiempo y cocinó a fuego lento una obra que ya pasará a la historia por ser la mejor escrita en castellano sobre la materia.

Laberinto de luz y vino tinto ha sido galardonado por los prestigiosos premios internacionales Gourmand Awards, algo así como los Oscar en cuanto a publicaciones relacionadas con las comidas y bebidas. El libro ha sido seleccionado entre publicaciones de más de setenta países. Sólo quince han logrado ser premiados y ahora competirán en Yantai (China), el próximo 8 de junio, por ser el mejor libro del mundo en dicho campo.

El título procede de un verso de una canción de Joaquín Sabina. La obra representa las conexiones del vino en los diferentes géneros cinematográficos. Analiza la presencia del vino en múltiples escenas, así como su significado en cada una de ellas. Recoge fragmentos de los diferentes momentos de la vida del vino vistos en el cine, muestra un pequeño manual para el catador de vinos, dedica dos capítulos al champagne y finaliza examinando los brindis más famosos del cine.

"Ha sido una experiencia divertida escribir este libro. Me he explayado con juegos de palabras y la respuesta del lector ha sido muy gratificante", explica el escritor, que ha visionado más de doscientas películas para elaborar su obra.

A Paco Martín le entusiasma particularmente haber logrado el éxito con el vino como protagonista. Esta es su cuarta obra. Antes había escrito sobre los cafés literarios frecuentados por Espronceda, una biografía del director Francisco Camacho y un libro sobre los rodajes desarrollados en Extremadura. Ahora le ha llegado el reconocimiento en forma de Oscar literario. El premio que recompensa a aquellos que saben cocinar con las palabras.