Desde el pasado lunes, el Museo de las Ciencias del Vino acoge en una de sus salas una completa e histórica exposición que repasa los 100 años que durante el presente 2015 cumple el edificio de la Estación Enológica. El centro nunca se ha movido de su sitio actual, en la antigua carretera de Sevilla, pero sus paredes han vivido muchos y muy distintos episodios durante el último siglo. Más de treinta piezas y objetos, unidos a una serie de documentos gráficos y manuscritos, relatan la importancia de esta institución en el desarrollo vitivinícola de la comarca.

Emiliano Zamora de Alba, director de la entidad desde 1990, desvela que la Enológica nació como un proyecto de enseñanza a los viticultores de la zona, pero su cometido ha ido cambiando con el tiempo: "Era un edificio que albergaba laboratorios de sustento y apoyo a los elaboradores y técnicos de las bodegas. Su actividad se intensificó durante la década de los 50. En 1983, tras la transferencia realizada por parte del Ministerio de Agricultura al Gobierno de Extremadura, la consejería decidió que el centro se especializara más en enología". Hoy en día, emite más de 1.000 certificados anuales de exportación de vinos extremeños con destino a países de la Unión Europea, Rusia, China, Japón, Estados Unidos o incluso algunos estados africanos.

La exposición incluye una copia del proyecto de construcción de 1915; fotografías históricas de varias épocas, acuerdos históricos, o los objetos que pudieron salvarse de los años de la guerra, cuando el edificio fue vaciado casi por completo.

Puede visitarse en el museo de martes a sábados, de 9.30 de la mañana a 13.30, y de cuatro a 19.30 horas. Los domingos también abre por la mañana. Es el mismo horario del museo.