La tercera edición de la Feria del Motor de Almendralejo ha vuelto a erigirse como un punto de referencia dentro del sector automovilístico de la región que, en este 2017, ha servido a muchos concesionarios para ver repuntado algo sus ventas en un año que está siendo negativo para dicho sector. En apenas cuatro días de feria en las instalaciones del Palacio del Vino y la Aceituna, los quince expositores participantes han logrado vender unos 50 coches, dentro de lo que es la feria, aunque la mayoría de comerciantes ha destacado el alto número de referencias que se consigue en estos días para después materializarlas en posibles operaciones exitosas. De hecho, varios de estos concesionarios coinciden en señalar que el número de contactos que se genera puede dar para unos seis meses de trabajo, negociando posibles ventas.

Este año han pasado por las instalaciones unas 5.000 personas en las cuatro jornadas. El número ha descendido con respecto a la feria anterior, aunque el motivo ha estado claro: el calor. Uno de sus impulsores, Gonzalo Vaca, dice que «es normal que haya bajado la asistencia porque las temperaturas eran terroríficas. No existía la posibilidad de tener aire y es algo que subsanaremos en el futuro. A pesar de ello, muchas personas han ido a tener una toma de contacto con los concesionarios y ahora, en las próximas semanas, pueden materializar las ventas», apunta. De hecho, sólo al día siguiente de acabar la feria ya se había cerrado tres ventas más. Desde la organización calculan que, entre los 50 coches vendidos más las operaciones de los próximos meses, los números pueden ser incluso similares a los del pasado año, cuando se superaron las 70 ventas.

Por otro lado, se estima que las ventas ha generado un volumen de negocios de unos 800.000 euros, que también puede crecer en las próximas semanas. «El año pasado hubo concesionarios que triplicaron sus ventas sólo con los contactos que se generaron en la feria», dice Vaca.

LOS GUSTOS / En cuanto a las preferencias de los clientes, un análisis elaborado de emergencia indica que «la gente que va a la feria lo hace con la intención de comprar. Es un punto de referencia profesional, además de tener su componente lúdico. El cliente suele llevar un modelo predefinido de coche que desea, aunque quiere ver más opciones. Lo importante es que al final suele generarse la operación de venta».

Recordar además que este año ha sido Caja Rural de Extremadura la encargada de impulsar la feria con ofertas en materia de financiación de vehículos.

Cuarta edición/ Gonzalo Vaca comenta que uno de los indicativos que mide la salud de la feria es, precisamente, el trabajo que ya se está diseñando para la próxima edición de 2018. Asegura que habrá un cambio de estructura con un reparto más ecuánime de los metros. «Se harán espacios más igualados para dar cabida a más concesionarios».

Asegura finalmente que ya tiene confirmada tres nuevas marcas para el próximo año y la implantación de 1.000 metros cuadrados en zona exterior solo para camiones.