Comenzó siendo una pequeña actividad complementaria incluida dentro del Salón del Vino y la Aceituna, pensada como como un servicio más que ofrecer a los visitantes del certamen para que pudieran degustar la gastronomía de la tierra cuando se cerrase el Palacio del Vino, pero tres años después se ha convertido en una auténtica feria, en la que no faltan música, vino y tapas y, por supuesto, buen ambiente.

Esto es, al menos, lo que piensan los restaurantes y expositores que han estado durante todo el fin de semana en ferial. "Prácticamente ya es una feria donde los almendralejenses quieren divertirse y recibir la visita de los de fuera", comentan los consultados.

De hecho, durante todo el fin de semana las carpas han estado llenas de personas que han querido degustar las mejores tapas, comprar los productos de la tierra o pasar la noche en las carpas habilitadas para los jóvenes escuchando las actuaciones programadas.

Con los 30 expositores --no solo de Almendralejo sino también de otras zonas del país-- y con 12 restaurantes de la ciudad, salvo uno que procedía de Portugal, ya desde el jueves al mediodía y por la noche fueron muchos los que se acercaron para disfrutar de la "primera feria del año o la feria de la primavera", como la bautizó la concejala de Festejos, Victoria Pérez.

El buen tiempo y los "atractivos" que ofrece han hecho que "se convierta en un referente en la comunidad y que cada vez sean más los que quieren venir", añadió Pérez.

Pero como todo se acaba, hoy se pone punto y final a la feria tras cuatro días de celebraciones, aunque tanto las carpas gastronómicas como la de la ruta de la tapa abren a las once de la mañana y está previsto que cierren a las seis de la tarde. Buen apetito.