A partir de este jueves, el tiempo volverá a dar un ligero respiro con una pequeña bajada de las temperaturas. Especialmente en la comarca de Tierra de Barros, donde no hay reloj que baje de los 40 grados en los últimos días. Para la mayoría de los negocios, el calor se relaciona con pérdidas. Ya sea en consumo de aire acondicionado o en la necesidad de acortar la jornada laboral. Pero hay quien sabe imponerse a este calor: el hielo.

En Almendralejo, desde hace más de 30 años, se encuentra una de las empresas de hielo más importantes de la región como es Hielos El Danubio. Fue fábrica durante mucho tiempo, aunque ahora es distribuidora de Procubitos, el mayor fabricante de hielo en Europa con enclaves en Cebreros (Ávila) y San Roque de Cádiz. Este año, el hielo, vuelve a aumentar sus ventas. «Está claro que el consumo es mayor. Primero, por el impulso de la gente, sofocada por el calor. Y también porque se consume más». Jesús González, gerente de Hielos El Danubio, tiene claro que «las altas temperaturas aumentan las ventas, pero tampoco nos interesa un verano muy loco, ya que se producen desbarajustes en la organización y en la distribución».

Hielos El Danubio distribuye en torno a 5.000 bolsas al día en tiempos de verano, concentrados en los meses de julio y agosto. González señala que «en estos dos meses llegamos casi al 40% del total de nuestras ventas anuales. El hielo es un negocio que en los primeros meses del año puede tener pérdidas, pero luego remonta claramente».

El Danubio reparte en torno a un millón de bolsas anuales desde el año 2007, es decir, desde que se adherieron a Procubitos. Antes habían instalado una fábrica que producía unos 40.000 kilos de hielo diario, «pero Procubitos nos ofrecía una mejor tecnología como el corte del hielo, el túnel de frío o las cribadoras para ver siempre el hielo liso. Fue para mejorar».

Esta empresa familiar cuenta con diez repartidores por toda la región, dos de ellos trabajando de forma directa para esta firma. Cuenta con repartidores en Almendralejo, Don Benito, Coria, Arroyo de la Luz y Madrigalejos. A estas alturas de agosto ya han repartido más de 150.000 bolsas en 24 días, vaticinando uno de los meses de mayores ventas de los últimos años.

Referencia

En Almendralejo es muy común la expresión de «el hielo que sea del Danubio», por la vitola creada desde hace tantos años. «Es nuestra referencia, el haber dado un producto de calidad, por encima incluso del precio». Jesús González asegura que se dirigen a todo tipo de públicos, pero que siempre han estado muy preparados para la hostelería más profesional y los bares y discotecas más importantes.

Con respecto al precio, indica que en los últimos años el margen de beneficio se ha visto reducido por una guerra similar a la del pan. «El hielo tenía un buen margen, pero se ha prostituido durante los últimos años. Hay gente que, por meter la cabeza en el negocio, han comprado el hielo para venderlo más barato y con márgenes ridículos. En el hielo, el producto en sí es lo que menos cuesta. Lo que más vale es el envase y conservarlo, sobre todo. Vender hielo con poco margen, al final, provoca que se pierda dinero».

Así que, mientras el calor aprieta y la gente se agobia, el hielo vive su agosto.