Acaba de ver publicado su primer libro infantil con textos y dibujos al completo, aunque no se declara escritora. Yolanda Cabrera Sánchez, profesora almendralejense del IES Carolina Coronado, se ha convertido en una ilustradora de libros casi por casualidad. Ya lleva tiempo en este mundo, aunque su apogeo definitivo se está produciendo en estos últimos meses, donde los encargos comienzan a multiplicarse por su talento haciendo dibujos. Yolanda, que imparte clases de Educación Plástica y Visual a los alumnos de ESO y Dibujo Técnico a los de Bachillerato, ha presentado recientemente Garabato, un personaje inacabado. Es el primer cuento infantil que, además de ponerle imágenes, ha escrito con textos. Tiene 24 páginas y está dirigido a primeros lectores, es decir, a los niños más pequeños. Líneas Editores, la editorial que se lo ha encargado, tenía ganas de que hiciera uno completo. Es el tercer texto al que pone ilustraciones. Primero fue Los portadores de la estrella, una novela infantil, y más tarde La tortuga de papel maché, escrito en catalán. En breve llegará el cuarto que se llama Al otro lado de los sueños.

Yolanda se ha convertido oficialmente en ilustradora de libros. Su verdadero trabajo es la docencia, pero un problema en una pierna le obligó a estar de baja durante dos meses. «Estaba amargada y me dio por pintar. Mi hijo me animó a crear una página de Instagram y luego de Facebook. Ahí colgaba mis dibujos y, de pronto, empezaron a llegarme mensajes privados de gente que me preguntaba por mis ilustraciones y mis trabajos». La primera editoria que se puso en contacto con ella fue Huellas, de Colombia. Yolanda ilustra con dibujos los libros de texto de Colombia. También trabaja con Iniciar Ediciones, otra editorial colombiana que le ha encargado varios libros.

Le ha ilusionado mucho su último libro. «Trata de un escritor que inicia una novela, pero luego la deja aparcada. Cuando pasa el tiempo la vuelve a retomar y la termina. Por eso, al principio, el personaje es un garabato que luego se completa». Para esta ilustradora «la dificultad es dibujar. En función de las imágenes, luego se crean los textos».

De momento, Yolanda trata de compatibilizar sus dos pasiones, la docencia y la ilustración. Reconoce que «una personas que se dedicara a tiempo completo a esta profesión, creo que sí podría vivir de ella perfectamente».