Continúan los trabajos para la instalación del ansiado ascensor que conectará la planta baja del conventual de San Antonio con la planta alta, lugar donde se ubica la biblioteca municipal. Hasta el momento, solo se puede acceder a ella a través de una larga escalera, algo que imposibilita la entrada a personas con movilidad reducida. La obra comenzó a principios de julio y su plazo de ejecución es de cuatro meses. Además, no solo se contempla el ascensor, sino que el proyecto engloba tres puntos destacados más: mejora de la fachada del edificio y su accesibilidad; ensanche de los pasillos de las dos plantas; y reformar los aseos de ambas plantas.

La obra tiene presupuesto de 92.000 euros, de los cuales 50.000 han sido concedidos por la dirección general de Arquitectura y Vivienda de la Junta y, el resto, es dinero municipal.

Dotar de ascensor la biblioteca es una vieja reivindicación de la ciudadanía. El ayuntamiento ya había intentado poner uno con anterioridad en uno de los patios del edificio, pero la propuesta planteada no obtuvo en su día el visto bueno por parte de la comisión provincial de Patrimonio Cultural.

INMUEBLE PROTEGIDO Cabe recordar que se trata de un edificio protegido que precisa de esta autorización. A finales de 2013, el consistorio solicitó asesoramiento a la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura (Otaex) y la misma redactó un estudio de accesibilidad, tratando de conjugar el mayor grado de accesibilidad con el respeto a los valores patrimoniales. Este escrito fue clave para que, posteriormente, el ayuntamiento fuera beneficiario de esta ayuda por parte del Ejecutivo regional.

El ascensor estará en el exterior del edificio, en un espacio libre de parcela que separa el conventual del edificio del conservatorio de música. El mismo conectaría con uno de los pasillos horizontales de la parte alta, donde está la biblioteca. En cuanto a los aseos, estarán donde están, aunque se adaptarán a las medidas reglamentarias y estarán provistos de sanitarios más modernos y adaptados.