TItnternet y la imagen del Che Guevara , son en la actualidad, respectivamente, el vocablo más utilizado y la foto más veces reproducida en todo el mundo. Quien iba a decir que aquella Internet de la década de los 50, marca registrada argentina de lencería fina vendida en exclusividad en la bonaerense Casa Zule , hoy sería el término más popular. Pasamos pues de las braguitas y sostén con bombachas y liguero a juego, a otro tipo de mercancía que se exhibe, oferta y mercantiliza en la internet actual autopista de la información, repatentada años después por dos americanos. Con la agravante de un nick anónimo, utilizar con fines sórdidos, rastreros o delictivos, uno de los mayores inventos para la humanidad, es propio de mentes débiles, frustradas, acomplejadas e ignorantes, y ya lo dijo Séneca "la ignorancia es peor que la locura" . Navegar en la red, como aquellos corsarios de la Edad Media y Moderna que tenían patente para delinquir, posteando con la pérfida intención de calumniar, injuriar, insultar, zaherir o denigrar a alguien amparándose en un seudónimo, viene a ser como la bomba que se acciona a distancia sin riesgo o el pasamontañas utilizado para el tiro en la nuca. Llamar delincuente, sinvergüenza, ladrón, corrupto, borracho, adultero, maricón o meretriz a una persona sea o no un cargo público, tarde o temprano, más bien lo segundo, se acaba pagando penalmente. En Almendralejo , la Justicia próximamente hablará y entonces, para algunos terroristas del teclado, del post y del nick , ya será tarde. "Los excesos se pagan" como en aquella campaña de la DGT .