Jorge Amaya, de 24 años y natural de Fuente de Cantos, es uno de esos artistas que están decididos a vivir de su pasión, por muy difícil que eso parezca. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, acaba de ganar por segunda vez el Premio Manuel Antolín Ciudad de Almendralejo de pintura, dotado con una placa y un premio de 1.000 euros. Ya lo hizo en 2015 y repite en 2017.

La obra ganadora, que lleva por título El estío blanco, es un cuadro en el que aparece una mujer mirando al suelo y está dentro del estilo realista. «Mis referentes son básicos, siempre apoyados en la fotografía documental o la pintura realista de algunos genios contemporáneos. Me gusta moverme en ese ámbito de la figuración y pretendo es explotar la capacidad narrativa de la pintura», explica Amaya.

Este joven se gana la vida a base de concursos. Ha logrado algunos como el primer puesto del Ciudad de Calamonte, una mención de honor en el certamen de Zurbarán y ha participado en cursos como el de Olula del Río (Almería), impartido por García Ibáñez y Antonio López.

En la modalidad joven, el ganador fue Alejandro Collado Llera, con su obra titulada La Calle. Se llevó 200 euros y un lote de pinturas. En la modalidad infantil ganó la obra Mira la vida en color, de Gema Valeria Cruz.