Todo comenzó hace treinta y dos años, cuando un grupo de inquietos extremeños soñaban con una realidad mejor para una tierra potencialmente tan rica y que sabían hábil para el comercio, por el carácter emprendedor de Almendralejo. Abrían aquellos pioneros unas reuniones divulgativas que bautizaron con el nombre de Jornadas de Viticultura y Enología la primera semana del mes de mayo de 1978, y que ininterrumpidamente, en idéntico calendario, se continúan celebrando hasta hoy. En los años 80 el nombre de nuestro pueblo, merced a la iniciativa, fue celebrado en muy distintos foros universitarios e investigadores; aquella semilla germinó y fue luminaria que incendió las ilusiones de muchos bodegueros. Catas populares, menciones al empresario destacado, exposiciones, ponencias divulgativas, comunicaciones científicas, exposición de vinos, excursiones, publicaciones, en un todo interdisciplinar, dan y dieron vida al mes de mayo almendralejense, que se reúne en torno a la vid y al vino, uno de sus mejores patrimonios. Ayer se presentó la trigésimo segunda edición en el Centro Universitario Santa Ana, que este año cuenta con un programa tan enriquecedor como variopinto, en el que la vid silvestre, el cine y los últimos avances en enología estarán presentes junto a catas, degustaciones de vinos, y un sinfín de actividades a las que todos los almendralejenses están invitados. Gracias a las personas e instituciones que hicieron y hacen realidad el encuentro, entre ellos uno de los investigadores que, junto a Juan Diego Carmona, es XX premio de Investigación José Luis Mesías Iglesias, Don José Angel Calero.