Durante los últimos nueve años ha sido el Hermano Mayor de San Marcos y cabeza pensante de la romería. José Alberto Pérez, natural de Almendralejo y de 44 años, decide echarse a un lado para dejar paso a Víctor Bautista González al frente de una de las hermandades más populares y queridas de la ciudad. En este mes de junio, la asamblea del colectivo ha renovado la junta directiva que conoce bien, pues muchos han sido compañeros suyos durante esta última década. José Alberto es un apasionado de san Marcos. En su carta de despedida ha dejado claro que, lo importante, no es el protagonismo que uno puede adquirir en estos lugares, sino el disfrute que puede experimentar viendo crecer a su ciudad. Pero todo tiene su fin.

--¿Le ha costado tomar la decisión?

--Claro. Yo siempre he sido feliz en la hermandad. Tenía un equipo que trabajaba muy bien, pero era el momento de dejarlo. Creo que dos legislaturas es tiempo más que suficiente. La nueva junta directiva viene con fuerzas e inquietudes que todo cambio necesita.

--Son muchos años. ¿Con qué recuerdo se queda?

--Sería difícil elegir, pero sin duda con la restauración de la imagen de san Marcos. Fue un momento decisivo. Quisimos hacerlo bien y por ello creamos una comisión de trabajo con gente tan especializada como Paco Zarandieta, Juan Antonio Noriego o José Angel Calero. Conseguimos encontrar debajo de aquella imagen una verdadera obra de arte, algo ya fechado desde medidados de siglo XVII. Tenemos una de las mejores imágenes de Almendralejo.

--¿Cómo ha cambiado San Marcos en nueve años?

--Sobre todo en la organización y planificación de las romerías. Cuando llegué a la presidencia me dijeron "Tú empieza a andar y ya vendrá la gente detrás". El consejo era bueno, pero luego nos dimos cuenta de la gente que había. Tener a unas 4.000 personas en el camino y que en el entorno de la ermita se congreguen unas 10.000 personas es más que un éxito. Y una gran dificultad de organización.

--¿Cómo está institucional y económicamente la hermandad?

--Muy bien. Orgánicamente funciona todo correcto, aunque siempre existe déficit de asistencia de hermanos a las asambleas. Económicamente, muy saneada y con superávit. Nunca hemos tenido saldos negativos e, incluso, la hermandad ha podido adquirir en torno a 12.000 metros alrededor de la ermita que son nuestros y están a disposición de los almendralejenses.

--Sin embargo, la hermandad ha perdido unos 400 socios en los últimos años. ¿Qué ha pasado?

--Pues como suele ocurrir con las crisis, la gente ha empezado a recortar. Nuestra cuota (seis euros al año) es muy simbólica y no la hemos subido nunca. Queríamos, precisamente, evitar una bajada así. Es una pena que no alcancemos los 1.000 hermanos en una ciudad así y que la hermandad de San Marcos, que es la de todos, tenga esa cifra. Es una de las tristezas que me llevo.

--Ahora proponen un nuevo modelo de hermandad, más abierta y multidisciplinar.

--Sí. Hemos creado el primer cros, una ruta BTT y torneos de Ajedrez. Justo queremos eso, que San Marcos no se vincule solo al 25 de abril y que estamos abiertos para que la gente proponga nuevas cosas. Estoy convencido de que los que se quedan, lo conseguirán.