A consecuencia de la crisis económica, que ha provocó el cierre o el parón de empresas constructoras y el desempleo entre numerosos trabajadores de este sector por la falta de trabajo, en la comarca de Tierra Barros muchos almendralejenses han tenido que buscarse el jornal en la vendimia. Esta es la historia de Antonio un albañil que ha cambiado la dureza de una tarea por la de la recogida de uvas.

"No es solo mi caso. Hay otros muchos colegas de la profesión que han tenido que irse a coger uva. Para estar en las listas del paro siempre hay tiempo, y si ahora no hay trabajo en la construcción pues lo encuentras en el campo. Es un buen momento en la zona para poder sacar un dinero" .

Sembrar melones

Este albañil explica que ante la situación de no disponer de trabajo siempre queda la opción del campo.

"No es la primera vez que lo hago, pero es verdad que hacía muchos años que no vendimiaba. Mi padre siempre trabajó en el campo y cuando no había otra cosa tocaba coger uva, aceituna, sembrar melones... Ahora hemos tenido que volver al campo"

Los propietarios de las fincas de vides suelen mantener a sus trabajadores de una campaña a otra, pero a lo largo de un año se dan muchas circunstancias y siempre hay puestos para gente nueva. Además, cada agricultor suele tener su particular convenio. La mayoría se rige por lo establecido pero siempre está el que paga algo más.

"Aquí se saca un jornal digno, entre 40 y 50 euros al día. Y ahora no es como antes, que estabas hasta por la tarde vendimiando. Hoy, a la una o las dos estás en casa"

Antonio dice que él trabaja con un grupo de unas 20 personas y que a veces todos van a la misma finca y otras se dividen para ira a distintos lugares. "En mi cuadrilla prácticamente todos son trabajadores habituales del campo, pero hay otros que forman parte de grupos donde hay muchos albañiles recogiendo uva" .

Regreso a casa

Esta salida no sólo sirve a los albañiles que han dejado de trabajar en la comarca o en la provincia. También se ha convertido en un recurso para otros muchos que estaban empleados en la costa, sobre todo en Baleares.

Al paralizarse el boom de la construcción han optado por regresar a su tierra, al ser el nivel de vida más bajo y no se ven obligados a pagar altas rentas.

Andrés, un almendralejense que ha vuelto a la localidad, explica que al quedarse sin trabajo en Palma de Mallorca donde trabajaba en la construcción, le era imposible vivir allí sólo con la prestación de desempleo.

"Allí tengo que pagar la renta del piso donde vivía y aquí, al ser de mi propiedad, no tengo esa carga, que es importante y eso me ahorro. Además, la vida en Almendralejo es más barata que en las Baleares".