El alcalde José María Ramírez Morán publicó ayer un bando en el que recuerda que la ordenanza municipal de convivencia ciudadana prohíbe disparar cohetes y petardos sin la previa autorización municipal. La infracción está considerada como "muy grave" y su incumplimiento acarrea una multa de 400 euros.

Además, el bando añade que los establecimientos comerciales también tienen prohibido la venta de petardos y artículos similares, "ya que son considerados artificios explosivos o pirotécnicos" por el reglamento de explosivos. Su venta también está considerada como infracción y sancionada con una multa.

Por su parte, la policía local intensificará la vigilancia para evitar la venta y el disparo de artefactos de este tipo en la ciudad, ya que en estas fechas su uso aumenta por parte de los menores.