El próximo 2018 cumplirá 20 años como artista profesional dedicado a la música. Más que cantante, se considera un profundo compositor que busca no parecerse a nadie y conservar un sello propio, dejando en sus letras y canciones fuertes cargas de sentimentalismo y una esencia muy personal. Mañana se presentará en Almendralejo por primera vez, aunque Extremadura siempre le recuerda «a tierra hermana de mi Andalucía». Guarda buenos recuerdos en escenarios de Mérida, Cáceres o Badajoz, y uno muy especial reciente en el Patio de Armas del Castillo de Trujillo, «fue emocionante», confiesa.

Este jerezano de 41 años sigue enamorado de la música, aunque ahora comparte esa pasión con Leonardo, su hijo, nacido a finales de 2015. «Empecé a grabar este disco sin saber que iba a ser padre y lo terminé sabiendo que lo sería. Eso influye. Ahora es la primera gira que hago cambiando pañales y está claro que cambia la película. Para una profesión como la nuestra, la del compositor, que vive constantemente con la sensibilidad a flor de piel, buscando el último estribillo o frase que cierre la estrofa, ser padre te da una revolución más».

David DeMaría tratará de conquistar mañana al público de Almendralejo con la receta de siempre: «viviendo y sintiendo el directo. Hay gente que no conoce realmente a un artista hasta que no lo ve en directo sobre un escenario». Será una puesta en escena acústica acompañado de dos prestigiosas guitarras como las de Red Hamani y Víctor Iniesta. Los temas de Séptimo cielo tendrán protagonismo, aunque asegura que «como siempre, rescataremos los recuerdos más emocionantes de 20 años de carrera».

El compositor y cantante andaluz se considera un superviviente de la música más sentimental. «Los románticos escaseamos y estamos realmente en peligro de extinción. Ahora el público quiere muchas otras cosas y consume más el producto mediático y no tanto la calidad del mismo». DeMaría cree que la industria tiene ligeramente olvidado el producto nacional y debería apostar más por ello. También añade que «hay artistas que se dejan llevar más por el negocio que por el romanticismo de la música o la cultura educativa que le puede dar a un país. Sinceramente, creo que se le da poco valor a lo que hacemos en la Península Ibérica, que es muy bueno. Vivimos en un enclave donde existe un mestizaje de culturas y músicas, y esto no se aprovecha. Ahora, en ocasiones, pones la radio y parece que estás de vacaciones en el Caribe o de viaje en Estados Unidos. Falta apoyar y apostar realmente por artistas nacionales», comenta el protagonista.

Sobre la eclosión de artistas musicales procedentes del mundo de los concursos televisivos, el andaluz considera que «siempre es bueno que la televisión apueste por la música, pero la industria debe saber que hay que desarrollar a estos músicos a la velocidad indicada, ya que la fama muchas veces tiende a destruir sus carreras».

La Sala Lío ya espera el arte y pasión de un compositor que lleva 20 años con papel, bolígrafo y micrófono recorriendo toda España. El concierto comenzará a las once de la noche y contará previamente con Sisko Durán como artista invitado. Las entradas anticipadas siguen a la venta por 14 euros, mientras que mañana en taquilla costarán 18 euros. Lío vuelve a abrir las puertas a un artista de primera fila.