La gran mayoría de agricultores que trabajan en estas fechas en la campaña de la vendimia de la uva en Tierra de Barros están muy molestos y contrariados por los perjuicios y la incertidumbre que le suponen no conocer el precio de la uva cuando van a venderla a los bodegueros, un tasa que debería figurar en tablillas dentro de la misma bodega y en los contratos, muchos de los cuales no están ni siquiera formalizados. De estas reivindicaciones se ha hecho eco la organización agraria Apag Extremadura Asaja, que denunció este martes que los bodegueros incumplen la ley que regula los contratos de compraventa de uva. Su presidente, Juan Metidieri, ha dicho a este diario que "tenemos constancia de que no existen contratos en muchos casos de esta comarca y esto nos parece lamentable. Se está recogiendo la uva como hace 20 años y no sabemos para qué se sacó entonces la ley de la cadena alimentaria".

La normativa, que entró en vigor hace dos años, obliga a que el precio de la uva figure en el contrato en el momento de la firma y que el pago se realice en un plazo de 30 días desde el fin de la entrega, quedando excluidas las inferiores a 2.500 euros y las que se realicen a cooperativas agrarias y otras entidades asociativas. Varios agricultores consultados por este periódico advierten de que las bodegas de la zona no han colocado aún las tablillas, algo que por ejemplo si ocurre en otras comunidades como Castilla-La Mancha.

Santi Prieto, gerente de la Comunidad de Labradores, explica que "las bodegas no informan de los precios para no entrar en guerras. Ante el oscurantismo siempre pierde el agricultor. Y las bodegas siempre están esperando a ver cómo venden para luego analizar cómo liquidan. Es increíble pero esto solo pasa en Extremadura", enfatizó.

PRECIOS Además de la falta de precios y de contratos, la otra reivindicación de los agricultores tiene que ver con el precio en sí. En la zona, las cifras a las que se está vendiendo la uva oscila entre los 2,20 y 2,40 euros el kilogrado en la uva blanca; y los 2,25 y 2,50 euros el kilogrado en la uva negra. Juan Metidieri cree que "son precios muy bajos" teniendo en cuenta que no hay caldos en stock, que la producción es inferior dadas las condiciones climatológicas de esta campaña. "Y además los vinos se están vendiendo bien, por lo que con todas estas condiciones el precio debería ser mayor", dijo.

Con la campaña en marcha, los agricultores alzan la voz para solucionar estos problemas, aunque desde Apag Asaja ya adelantan que solo hay dos caminos: o llevar las uvas a las cooperativas para que los bodegueros se den cuenta de que hay que tomar soluciones; o paralizar la campaña, con los perjuicios que esto conllevaría.