Tres días después de darse a conocer que la Junta resolvía el contrato con Mego en la reforma de la EX-300, comienzan a producirse las reacciones. Por un lado, los empresarios vaticinan problemas en la carretera dado el estado que actualmente presenta el tramo a medio remodelar. Tomás Fernández, portavoz de la Coordinadora de Empresarios de Almendralejo (Ceal), explicó que "con la llegada de las lluvias, la zona se llenará de barro, con el problema que eso supone para las industrias asentadas allí".

Fernández pidió a los empresarios que puedan estar afectados por el estado de la EX-300 que cualquier problema que les surja se lo comuniquen rápidamente al ayuntamiento para que éste lo solucione. El portavoz de la Ceal lamentó "la mala suerte que siempre tiene una ciudad como Almendralejo que necesita infraestructuras pero que siempre que se hacen generan problemas en su ejecución".

Por otro lado, el Partido Popular pidió ayer la dimisión del director general de Infraestructuras, Matías Martínez-Pereda, por cómo se ha llevado a cabo la obra. El edil popular Fernando González recriminó que "se han reído de la ciudad y el alcalde no ha luchado por lo mejor para Almendralejo en esta obra". Mientras, responsables de la empresa Mego (la primera adjudicataria de la reforma) declinaron ayer hacer aún declaraciones.