El matar está de moda. Belén Esteban , "la voz del pueblo" nos acojona con su afrentosa: "yo, por mi Andreita, ma-to" . Pilar Bardem la Elpidia televisiva de "Amar en tiempos revueltos ", desagradecida ella, ahora, cuando Zapatero empieza a tener el patio revuelto, aborreciendo de él, va y nos abronca con: "Yo no soy del sindicato de la ceja y al que lo diga lo ma-to" . Y la tercera, Lucía Lapiedra , actriz porno, ex de Pipi Estrada , --otro artista -, en tono no menos amenazante, emulando a las dos anteriores, avisa gritando en Sálvame : "Yo por mis amigos, ma-to" . La primera matona, "La princesa de San Blas" , alumna de un colegio de monjas en el que por lo visto no le enseñaron los Mandamientos de la Ley de Dios , ex del torero, patética arrabalera, rencorosa vengativa, y osada populista donde las haya, usufructuaria dineraria de la minoría de edad de su utilizada hija, en el fondo y en la forma, en su frustración, destila un machismo islamista que-pa-qué . La segunda matona, actriz a la vejez, la "intelectual" que cobra hasta por saludar al pairo de una progresía sui géneris . La que regalaba claveles blancos a las abogadas de Herri Batasuna cuando el noviazgo dialogante con ETA , también quiere matar como la del "¿Me entiendes?" , a pesar de liderar el colectivo electoral PAZ (Plataforma de Apoyo a Zp ) y exhibirse con el "NO a la guerra" . La tercera, por lo de su apellido de guerra colchonera, -Lapiedra -, le deben de gustar duras, muy duras y si ha de matar que lo haga dulcemente a mordiscos, entre jadeos y gemidos pagados. Matonas ellas, vaya trío. Como para desterrar la violencia de género. Ya lo dijo Dante Alighieri : "Ante la tosca ordinariez, no hables, mira y pasa de largo" .