En los tiempos que vivimos, de tanta tragedia humana, hambre y desesperanza, no estaría mal releer la vida de la Madre Teresa de Calcuta , Misionera de la Caridad y Premio Nóbel de la Paz. Ella, ejemplarizante conducta humana, solía decir: "Si nos pasamos toda la vida juzgando a los demás, no nos quedará tiempo para poder amarles" . La semana pasada, tras un esfuerzo ímprobo, sensata paciencia de los principales afectados y soluciones, más o menos eficaces, a multitud de contratiempos, se pudo inaugurar la antigua travesía de la carretera N-630, luego calle Sevilla y hoy, en mi opinión, acertadas avenidas de Europa , Presidente J.C. Rodríguez Ibarra y Sevilla . Después de la construcción de nuestro Hospital Tierra de Barros , en el que también Ibarra tuvo mucho que decir, posiblemente, la recién inaugurada avenida sea la segunda obra de infraestructura más importante realizada en la historia de nuestra ciudad. Todo es opinable, pero la razón, como la conciencia, pesan. Hasta el excéntrico Carlos II de Inglaterra que mandó a hacerse una peluca de gala con el vello púbico de sus cortesanas, llegó incluso a opinar, acerca del color o tonalidad de las variopintas vellosidades. Una vía urbana que partir de ahora identificará orgullosamente por estética y seguridad a Almendralejo, ante lo que teníamos y sufríamos, no debe ser adjetivada como media avenida de forma alegre y maliciosa, como algún que otro comentarista navegador disfrazado, ha hecho. Los casi 11 millones de que han costado sus 5.490 mts, -1/4 parte del presupuesto municipal del 2010 -, lo dice todo. Ya lo dijo Goethe : "Peligro, es, la ignorancia del ser humano puesta en acción" .